MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
Hoy se cumplen 30 años de la muerte de una de las figuras políticas más representativas y vitales de la historia de la Suecia moderna, Olof Palme, asesinado un 28 de febrero de 1986 en las calles de Estocolmo cuando todavía ostentaba el cargo de primer ministro.
Palme, que ocupó dicho cargo en dos ocasiones, perteneció al Partido Socialdemócrata sueco y fue el responsable de dar forma al modelo de estado de bienestar del que disfruta Suecia hoy en día.
Profundo crítico de la Guerra Fría, siempre fue una bandera de la lucha contra el racismo y la desigualdad entre países ricos y pobres. Su fuerte opinión en temas como el Apartheid que se vivía en Sudáfrica o de la política exterior estadounidense, han garantizado que su muerte despertara un sinfín de rumores acerca de quién apretó el gatillo aquel 28 de febrero y por qué.
UNA BALA PARA UNA NACIÓN
Más de 100.000 testigos interrogados, alrededor de 90.000 páginas de informes, la investigación sobre lo ocurrido aquella noche, cuando Palme y su mujer, Lisbeth, salían de un cine en Estocolmo, sin escolta, y eran asaltados por un criminal desconocido, ha dado a luz a cientos de artículos y teorías diferentes.
Un disparo, una huída, a pesar de los numerosos sospechosos involucrados en la investigación, a día de hoy el único nombre ligado a la muerte de Palme ha sido el de Christer Petterson. Un criminal de poca monta, identificado como el autor de los hechos por la mujer de Palme y que a pesar de ser encontrado culpable del asesinato fue absuelto de los cargos por falta de pruebas.
El asesino todavía no tiene un rostro ni un nombre, pero no han sido pocos los que han tratado de aclarar este misterio, incluido el escritor Stieg Larsson, autor de la trilogía 'Millennium', que reveló en 2004 que había entregado a la Policía una serie de documentos que señalaban a un mercenario de origen sueco como el autor del ataque, contratado por las fuerzas de seguridad de Sudáfrica para silenciar a Palme y a sus opiniones contra el régimen racista imperante.
UN HOMBRE DEL PUEBLO
A pesar del misterio que rodea la autoría de su muerte, Palme siempre fue una figura divisiva dentro y fuera de su país, tanto por sus ideas políticas como por sus orígenes.
Fue un hombre nacido en una familia adinerada de la capital sueca que se unió al Partido Socialdemócrata sueco preñado de ideas de igualdad social. En sus filas ejerció las funciones de secretario, de parlamentario, de ministro, hasta llegar a ser máximo dirigente del país en dos ocasiones.
Durante este tiempo luchó por dar forma a su idea de sociedad a través de su itinerario de políticas sociales y nunca cejó en sus críticas a la política exterior estadounidense, en especial a la intervención del país en el conflicto de Vietnam.