GUANGZHOU, (CHINA) 29 (Reuters/EP)
Un tribunal chino ha condenado este viernes a tres activistas defensores de los Derechos Humanos hasta a cinco años de cárcel por incitar a la subversión, según han informado sus abogados.
El Tribunal Popular Intermedio de Guangzhou ha condenado a Tang Jingling, Yuan Xinting y Wang Qingying, a cinco, tres años y medio y dos años y medio de cárcel respectivamente. Estos tres hombres son conocidos como "los tres caballeros de Guangzhou", y forman parte de una importante red de activistas de la ciudad.
Tang, un defensor de los Derechos Humanos muy conocido en Guangzhou, ha sido acusado de "incitar a la subversión al poder estatal" además de publicar libros sobre democracia.
Durante el juicio, la Policía ha establecido un perímetro de seguridad en torno al tribunal para proteger a los embajadores en China de Alemania y Estados Unidos, que han acudido al lugar.
Tras el juicio, la Policía ha introducido rápidamente a los acusados en los vehículos y ha impedido grabar a los periodistas que había en el lugar con la colocación estratégica de agentes con paraguas negros en torno a los coches.
"Este veredicto es inaceptable", ha lamentado la mujer de Tang, Wang Yanfang, a la salida del tribunal. "No han violado las leyes, los cargos están motivados por la política, ellos solo intentaban ayudar a la sociedad", ha añadido.
No se ha podido localizar al fiscal de la ciudad, al que se acusaba de no proporcionar un juicio justo a los hombres y tampoco han publicado ninguna información sobre el juicio en la página web ni en la red social Weibo.
Ge Yongxi, uno de los abogados defensores de los hombres, ha informado de que Tang no apelaría porque "sería un sin sentido enfrentarse a un tribunal que actúa de forma ilegal". Según ha explicado, Tang solo reclamaría justicia ante los ciudadanos chinos y ante Dios.
TRABAJO PACÍFICO Y LEGÍTIMO
"Su trabajo pacífico y legítimo nunca ha ido en contra de la seguridad estatal, es solamente un intento de las autoridades de silenciar a los críticos del Gobierno", ha defendido el investigador de Amnistía Internacional Patrick Poon a través de un comunicado.
También se ha acusado a los tres hombres de distribuir libros de Gene Sharp, un académico estadounidense que promueve sistemas de acción no violentos para construir la democracia.
Las autoridades también han acusado a Tang de incitar a la gente a unirse al "Movimiento Ciudadano de No-Cooperación", para intentar acabar con el sistema socialista.
Por su parte, Tang ha negado repetidamente los cargos y ha insistido en varias ocasiones en sus derechos y en la legalidad de su trabajo y ha defendido que la promoción de las reformas estaba destinada a estimular la justicia social y el Estado de Derecho.
Estas detenciones han sido denunciadas en muchas ocasiones por grupos defensores de los Derechos Humanos y algunos países de Occidente, que acusan a China de llevar a cabo una campaña para acabar con los disidentes entre los académicos, periodistas y activistas sociales.
Por su parte, el Gobierno chino ha rechazado todas estas críticas y ha asegurado que su país está dirigido por la ley y que se opone a las interferencias externas en sus asuntos domésticos.
"Los países extranjeros no tienen ningún derecho a interferir en asuntos relevantes", señaló el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Hong Lei, la semana pasada.