MADRID, 17 Nov. (EUROPA PRESS) -
Tres ciudades yemeníes han tenido que suspender el suministro de agua potable en los últimos días como consecuencia de la falta de combustible provocada por el bloqueo impuesto desde el pasado 6 de noviembre por la coalición que lidera Arabia Saudí, según ha denunciado este viernes el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), que ha advertido de las consecuencias para la salud que ello puede tener.
"Los sistemas de agua y saneamiento en Hodeida, Saada y Taiz dejaron de funcionar por la falta de combustible", ha explicado el jefe de la delegación del CICR en Yemen, Alexandre Faite.
"Como resultado, cerca de un millón de personas están ahora privadas de agua potable y saneamiento en entornos urbanos atestados en un país que está emergiendo lentamente del peor brote de cólera en tiempos modernos", ha subrayado.
Según ha indicado el organismo internacional en un comunicado, otros grandes centros urbanos, incluida Saná, la capital, se encontrarán en la misma situación a menos que las importaciones de bienes esenciales se reanude inmediatamente.
El CICR ha recordado que aunque se ha flexibilizado en parte el bloqueo impuesto el 6 de noviembre, y se ha abierto el puerto y el aeropuerto de Adén, "los envíos humanitarios no llegan a la mayoría de los principales centros urbanos, como Saná y Taiz". Yemen, que tiene 27 millones de habitantes, importa el 90 por ciento de los alimentos, medicinas y combustible que necesita, entre otras cosas.
Faite ha advertido de que "hospitales, clínicas y servicios médicos de emergencia funcionan con generadores que pronto también se quedarán sin combustible". "Las estructuras sanitarias de Yemen, que han estado al borde de la quiebra durante meses, ahora corren el riesgo de hundirse a la vez", ha explicado.
El responsable del CICR ha subrayado que además "esto se produce en un momento en el que un incremento de los combates en todo el país tiene como resultado un número creciente de personas heridas". "Nuestras propias reservas de suministros médicos se están agotando y corremos el riesgo pronto de ser incapaces de ofrecer apoyo crítico a decenas de instalaciones sanitarias", ha precisado.
Así las cosas, ha hecho un llamamiento urgente a que inmediatamente se permita el flujo de bienes esenciales hacia Yemen y se reabra el aeropuerto de Saná para vuelos humanitarios.
"Evitar que la ayuda humanitaria llegue a Saná y el libre movimiento de los trabajadores humanitarios que entran y salen de Yemen está paralizando asistencia vital de la que millones de yemeníes dependen para a su supervivencia", ha remachado Faite.
Según los datos publicados por la Oficina para la Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), se estima que hay petróleo para 10 días y diésel para 20 en las zonas del norte de Yemen, controladas por los rebeldes huthis.
Hasta el miércoles, el precio del combustible había aumentado un 170 por ciento en Saná en el mercado negro, mientras que el diésel había subido un 62 por ciento. Como consecuencia de ello, también se había encarecido el agua que se reparte con camiones cisterna, que ahora cuesta un 133 por ciento más.