TEL AVIV 29 Jul. (DPA/EP) -
La Policía de Israel ha detenido a tres personas como sospechosas de haber atacado a manifestantes durante una protesta en la ciudad de Tel Avivi contra la brutalidad policial y el ministro de Seguridad Pública, Amir Ohana.
Al menos cinco manifestantes resultaron heridos en la protesta y varios testigos de los hechos han contado a la prensa que fueron atacados por supuestos activistas de derechas armados con piedras, botellas y esprays de pimienta.
La manifestación tuvo lugar el martes por la noche frente a la casa del ministro de Seguridad Pública israelí, Amir Ohana. Los manifestantes acusan al ministro de Seguridad Pública de impedir la celebración de protestas contra Netanyahu. Las protestas llegan después de que la prensa desvelara unas conversaciones entre Ohana y un mando de la Policía en las que prohibía las protestas ante la casa de Netanyahu.
Los manifestantes han explicado a la prensa israelí que un grupo de activistas partidarios de Netanyahu se infiltraron en su protesta y comenzaron a atacarles. Según las informaciones publicadas este miércoles, los agresores son miembros de 'La Familia', un club de seguidores radicales del club de fútbol Beitar de Jerusalén. Varios de sus miembros han sido acusados en reiteradas ocasiones de racismo contra los árabes.
En un comunicado, la Policía israelí ha explicado que la manifestación del martes por la noche "se dividió en varias procesiones" tras las que se registraron "incidentes violentos" con varios manifestantes heridos. "La Policía ha arrestado esta tarde a tres sospechosos implicados en los ataques que están siendo trasladados a la comisaría para ser interrogados", ha afirmado.
"Nuestra responsabilidad es actuar para permitir a todos los ciudadanos la libertad de expresión y esto es lo que estamos haciendo desde hace tiempo la mayor parte del día", ha indicado el comisionado jefe de la Policía, Moti Cohen.
Tras las agresiones a los manifestantes, el ministro de Defensa y primer ministro alterno, Benny Gantz, ha asegurado que lo sucedido ha supuesto que "se ha cruzado una línea roja" porque han sido "atacados" varios ciudadanos cuando "ejercían su derecho a protestar".
"Como ministro de Defensa y miembro de este Gobierno, insisto en que se garantice el derecho a manifestarse y que la seguridad de nuestros ciudadanos sea garantizada en todas partes", ha subrayado. "No debemos permitir que la violencia quede sin respuesta", ha apostillado.
CRÍTICAS A NETANYAHU
Por su parte, el líder de la oposición ha acusado a Netanyahu de haber alentado los incidentes y ha dicho que tiene las manos manchadas "de sangre". "La violencia y la sangre de derramadas ayer en Tel Aviv están en las manos de Bibi y de sus emisarios. El que siembre incitación recibirá sangre", ha asegurado.
Lapid ha cargado contra Netanyahu por no haber denunciado de inmediato los ataques contra manifestantes. Posteriormente, Netanyahu ha acusado a Lapid de estar alentando a los "anarquistas". "La investigación sobre el incidente de Tel Aviv está avanzando", ha afirmado, en una serie de mensajes en su cuenta de Twitter. "Espero que la Policía averigüe lo que ha pasado y lleve ante la Justicia a los responsables. No hay espacio para la violencia por ninguna razón", ha asegurado.
El primer ministro israelí ha recalcado que tampoco hay espacio "para la incitación" ni para las "amenazas de muerte", "explícitas o implícitas", contra él o su familia, "incluida la vergonzosa amenaza de crucifixión hoy en Tel Aviv.
Netanyahu ha hecho referencia con ese último mensaje a un diorama de un artista colocado en la plaza Rabin, en el que se representa la última cena de la Biblia pero únicamente con Netanyahu en la mesa. Además, ha mencionado que un hombre detenido el martes por la noche cerca de su oficina amenazó con matarle. La Policía ha informado de que el individuo tenía una pistola de plástico y dos cuchillas en su poder.
El presidente de Israel, Reuven Rivlin, también se ha pronunciado sobre los últimos sucesos. "Quiero decirlo claramente, teniendo en cuenta los hechos violentos del último día: el asesinato de un manifestante que va a protestar en el Estado de Israel o el asesinato del primer ministro no son escenarios imaginarios", ha dicho.
En 1995, un ultranacionalista israelí asesinó al entonces primer ministro y ministro de Defensa, Isaac Rabin, en Tel Aviv. "Nosotros hemos experimentado esta terrible e impactante realidad", ha asegurado el presidente israelí, en un comunicado. "Pobres de nosotros si degeneramos hasta esa realidad de nuevo. Pobre de nuestra democracia si un hermano toma las armas contra otro hermano", ha concluido.