HRW denuncia que el ciudadano belga-congoleño Jean-Jacques Wondo también está siendo procesado sin base justificable
MADRID, 8 (EUROPA PRESS)
Tres individuos con pasaporte estadounidense han comparecido a última hora de este pasado viernes ante un tribunal de República Democrática del Congo en la apertura del juicio sobre el fallido golpe de Estado del 19 de mayo y por el que están imputados casi medio centenar de presuntos asaltantes.
El principal acusado ha sido identificado como Marcel Malanga, de 22 años e hijo del fallecido cabecilla del asalto, Christian Malanga, así como Tyler Thompson, de 21 años, y otro hombre llamado Benjamin Reuben Zalman-Polun, de 36. Un cuarto individuo ha sido identificado como Jean-Jacques Wondo, con pasaporte belga y considerado un "experto militar", de acuerdo con la emisora de Naciones Unidas en el país africano, Radio Okapi.
Sobre Wondo, la organización Human Rights Watch, especializada en el seguimiento de la situación de los Derechos Humanos en todo el mundo, ha denunciado que el tribunal le está juzgando solo por el hecho de aparecer en una fotografía junto a Christian Malanga, tomada hace ocho años.
"Una orden de arresto basada únicamente en una foto de 2016 simplemente no es creíble", ha lamentado la ONG, que ha recurrido a los servicios de Wondo como asesor en varias ocasiones "sobre cuestiones políticas y de seguridad".
HRW recuerda además que Daniel Lusadisu, director general de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANR) hasta el golpe de Estado fallido, pidió a Wondo que estudiara las prácticas de la agencia y le propusiera reformas.
"Jean-Jacques Wondo había viajado a Kinshasa en mayo para continuar su trabajo. Tras el intento de golpe de Estado, al parecer fue detenido e incomunicado durante al menos un día antes de ser trasladado a una prisión militar", señala la ONG.
Todos ellos han sido acusados de viva voz de seis cargos por el magistrado encargado del procedimiento, Freddy Eume: terrorismo, atentado, tentativa de asesinato, posesión ilegal de armas y municiones de guerra, asociación para delinquir y asesinato. Podrían acabar condenados a muerte.
Otras 48 personas están siendo juzgadas por la fallida asonada de mayo, que comprendió un doble asalto a la residencia del presidente del Parlamento, Vital Kamerhe, y al Palacio Presidencial en la capital, Kinshasa.
Al menos dos integrantes de las fuerzas de seguridad y cuatro atacantes murieron durante el golpe, incluido Christian Malanga, miembro de la diáspora congoleña, afincado en Estados Unidos y acérrimo crítico de las autoridades actuales.
Estados Unidos ha negado todo conocimiento de que ciudadanos estadounidenses estuvieran implicados en la conspiración.