Guterres muestra su "profunda" preocupación pero defiende la "colaboración" con el Gobierno para el acceso a ayuda humanitaria
MADRID, 2 (EUROPA PRESS)
Más de 52.000 civiles "inocentes" han muerto en Tigray desde que comenzó la ofensiva del Gobierno de Etiopía contra el Frente para la Liberación del Pueblo Tigray (TPLF), según han denunciado tres partidos de la oposición de la región.
En un comunicado, el Partido de la Independencia de Tigray (TIP), el Salsay Weyane Tigray (SAWET) y el Congreso Nacional del Gran Tigray (BAYTONA) han lamentado que han fallecido "niños, mujeres, jóvenes, ancianos y padres religiosos", que han sido "sacrificados indiscriminadamente" en un conflicto que inició el Ejecutivo etíope "no electo" para "negar el derecho constitucional de las personas al autogobierno y la autodeterminación".
El conflicto, que han tildado de "siniestro", también ha causado la "demolición" de ciudades y pueblos a causa de "bombardeos de artillería". "Nuestras instalaciones sanitarias y educativas han sido saqueadas y destruidas y nuestras instituciones religiosas también han sido atacadas y sus sagradas posesiones saqueadas", han agregado, enumerando también "ejecuciones extrajudiciales y violaciones colectivas".
En este sentido, han denunciado que, por estos hechos, más de tres millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares y se han convertido en desplazados internos en Tigray, mientras que alrededor de 150.000 han emigrado a otras partes de Etiopía. "Además, decenas de miles han huido a Sudán para escapar de las atrocidades en su tierra natal", han añadido.
Según los datos ofrecidos por los tres partidos opositores, más de 6,5 millones de personas, incluidos los desplazados internos, necesitan ayuda humanitaria "urgente". En este contexto, han aludido al "hambre" y han señalado que el Gobierno etíope la está utilizando "como arma para someter a Tigray, ya que ha estado obstruyendo los esfuerzos internacionales de asistencia humanitaria".
"A menos que la comunidad internacional haga una intervención urgente para poner alimentos y medicinas a disposición de nuestra gente en unos días, tememos que el inminente desastre humanitario de proporciones bíblicas se convierta en una espantosa realidad en Tigray y la humanidad se quede en lamentarlo", han reiterado, pidiendo también a la comunidad internacional "medidas" para "garantizar la retirada "inmediata" del "Ejército invasor" de Eritrea, del Ejército etíope, la milicia amhara y las fuerzas regionales de Policía de Tigray.
Las autoridades etíopes restringen el acceso a las organizaciones humanitarias y a las telecomunicaciones. Así, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha advertido de que solo tienen acceso a las principales poblaciones.
Del mismo modo, han reclamado acceso sin restricciones para medios internacionales, que se garantice una investigación internacional "profunda e independiente" sobre los "atroces crímenes de guerra y de lesa humanidad cometidos por todas las fuerzas que causaron estragos en Tigray" y que comience un "proceso de diálogo" para resolver los problemas entre Etiopía y la región en cuestión.
Por su parte, el secretario general de la ONU, António Guterres, ha manifestado este martes su "profunda" preocupación por la situación en Tigray y ha subrayado la necesidad de tomar "medidas urgentes" en materia de humanitaria, si bien ha apuntado a la importancia de la "colaboración" entre el Gobierno de Etiopía y la ONU para abordar estas necesidades, según ha informado su portavoz, Stephane Dujarric.
En este contexto, Guterres ha asegurado que la ONU acoge con "satisfacción" los "compromisos" del Gobierno durante las recientes visitas de altos comisionados, que se centran, precisamente, en permitir el acceso de la ayuda humanitaria, de forma "continua, imparcial y sin impedimentos" en todas las zonas afectadas de la región y los campamentos de refugiados.
LA SITUACIÓN EN TIGRAY
El inicio de la ofensiva fue anunciado el 4 de noviembre por el primer ministro, Abiy Ahmed, en respuesta a un ataque por parte del TPLF contra una importante base del Ejército en Mekelle que se saldó con numerosas víctimas entre los militares.
La escalada bélica ha sido la culminación de un pulso que comenzó con la llegada al poder de Abiy Ahmed como primer oromo jefe de Gobierno. El TPLF fue el partido fuerte dentro de la coalición que gobernó Etiopía desde 1991, el Frente Democrático Revolucionario del Pueblo Etíope (EPRDF), sustentada en las etnias.
Apartado del poder, el TPLF ha visto en las reformas acometidas por Abiy, en particular las relativas a abusos de Derechos Humanos y de reconciliación con grupos armados entre otros, como una 'caza de brujas' contra sus dirigentes, los cuales se vieron en muchos casos apartados de los cargos que ocupaban.
La ruptura definitiva la marcó la creación del Partido de la Prosperidad a finales de 2019 por parte de Abiy para dejar atrás al EPRDF. Todos los partidos que integraban la alianza gobernante, y algunos más en su órbita, se sumaron a la nueva formación, con la excepción del TPLF, lo que también dejó al partido al margen de la toma de decisiones en el Gobierno federal.