MADRID, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Africano de Derechos Humanos y de los Pueblos ha ordenado este jueves a Tanzania que permita que los partidos políticos puedan apelar ante los tribunales los resultados de las elecciones presidenciales, algo que ahora impide la Constitución del país.
El tribunal, que tiene su sede en la ciudad tanzana de Arusha, ha pedido a las autoridades que enmienden la Carta Magna para cambiar esta situación, a raíz de una demanda presentada por un abogado que argumentó que la misma violaba sus derechos.
La Constitución de Tanzania recoge que, una vez un candidato ha sido declarado vencedor por la comisión electoral, "ningún tribunal debe tener ningún tipo de jurisdicción para intervenir en la elección de ese candidato".
Sin embargo, el tribunal regional ha recalcado que Tanzania debe "adoptar las medidas constitucionales y legislativas necesarias, en un periodo razonable de tiempo" para modificar este artículo, según ha informado el diario tanzano 'The Citizen'.
El Gobierno tanzano se retiró en 2019 del protocolo que permitía a individuos y ONG presentar casos contra las autoridades ante el tribunal, que cuenta con jueces de todo el continente para abordar casos sobre Derechos Humanos.
El fallo ha llegado apenas unos días después de que el partido gubernamental de Tanzania eligiera al actual presidente del país, John Magufuli, como su candidato en las próximas elecciones presidenciales, previstas para el próximo mes de octubre.
Magufuli, apodado 'buldócer' y quien llegó al poder en 2015, ha sido muy criticado por la oposición, que le acusa de coartar la disidencia y la libertad de expresión en el país africano.
El líder del opositor ACT-Wazalendo, Zitto Kabwe, fue detenido en junio, dos semanas después de que el presidente de Chadema, el principal partido opositor, Freeman Mbowe, fuera agredido por asaltantes no identificados cuando regresaba a su vivienda en la capital, Dodoma.
Apenas unos días antes del incidente, el vicepresidente de Chadema, Tundu Lissu, anunció que intentaría lograr el apoyo de su partido para presentar su nominación a las elecciones presidenciales. Lissu reside en estos momentos en Bélgica, donde ha estado recibiendo tratamiento por las heridas sufridas tras ser tiroteado en 2017.
El mandatario también está siendo criticado por su gestión de la pandemia de coronavirus, puesto que ha restado importancia a la enfermedad de la COVID-19 y las autoridades dejaron de publicar datos durante semanas, por lo que se sospecha que hay muchos más casos en el país de los confirmados.
Por contra, se ha ganado ciertas alabanzas entre sus donantes internacionales gracias a un campaña anticorrupción y a los recortes que ha llevado a cabo en el gasto público.