ABUYA, 24 Oct. (Reuters/EP) -
La Justicia nigeriana ha anulado las elecciones a gobernador en el estado nigeriano de Rivers, núcleo petrolífero del país, debido a las irregularidades registradas, y ha fijado un plazo de tres meses para iniciar una nueva votación.
"El proceso de acreditación para las elecciones estaba comprometido" declaró el presidente del Tribunal de Justicia, Suleiman Ambursa. "Es la opinión de este Tribunal que la elección se produjo contrariando las reglas establecidas", añadió.
Un tribunal de la capital federal, Abuya, ya declaró invalida la elección del candidato del Partido Demócrata Popular (PDP), Nyesom Wike, como gobernador de la región el pasado abril.
El PDP, partido del ex presidente Goodluck Jonathan, que perdió las elecciones en marzo contra Buhari, ha calificado la sentencia como una "manipulación" por parte del partido del presidente, Congreso de Todos los Progresistas (APC por sus siglas en inglés).
"Completamente extraña, inaceptable y parte de un guión del APC para manipular la voluntad de la población", ha hecho saber el PDP en un comunicado.
El abogado de Wike, Chris Uche, informó de su decisión de apelar la sentencia mientras el APC ya ha rellenado una protesta formal sobre este último proceso electoral.
Las tensiones han ido aumentando en el Delta del Níger, donde se encuentra el estado, una región empobrecida a pesar de estar aposentada sobre la mayor parte de la riqueza petrolífera de la nación.
El presidente Buhari ha declarado que quiere revisar el multimillonario programa de amnistía que afecta a los antiguos milicianos del sur, los cuales reciben pagos y entrenamiento para conseguir trabajo y evitar así que ataquen los oleoductos.
Este grupo ha declarado recientemente que podría reanudar la lucha por un mejor reparto de los beneficios generados del petróleo si el presidente, Muhammadu Buhari, termina con esta amnistía, que expira en diciembre.
Por su parte, el ex presidente Goodluck Jonathan, quien también pertenece a esta región, cuenta con el apoyo de la zona cristiana del Delta del Níger mientras que Buhari atrae el apoyo de la mayoría musulmana del norte.
Así pues, la mayor potencia económica de África se encuentra en un vacío político dado que el Senado todavía no ha aprobado el gabinete de gobierno de Buhari, el cual tardó cuatro meses en proponer.