MADRID 12 Dic. (EUROPA PRESS) -
La Justicia de Argelia ha rechazado este miércoles la excarcelación del escritor franco-argelino Boualem Sansal, detenido desde mediados de noviembre bajo acusaciones de terrorismo y subversión contra el Estado.
El Tribunal de Apelación de Argel ha denegado la solicitud de excarcelación presentada por sus tres abogados argelinos designados por el Colegio de Abogados de la capital, ha informado una fuente cercana al caso citada por el diario francés 'Le Figaro'.
El novelista y ensayista de doble nacionalidad permanecerá en prisión, una decisión que la misma fuente ha relacionado con el "excesivo revuelo" que ha generado la acusación en Francia. "Eso no ayuda a Boualem Sansal. Al contrario, está poniendo un poco más tensos a los que tienen el poder de decidir", ha señalado.
De hecho, el ministro de Exteriores francés, Jean-Noel Barrot, ha tildado de "inaceptable" la detención de Sansal, al carecer de "fundamento". "Ninguna de sus actividades permiten acreditar las acusaciones que llevaron a su encarcelamiento", ha señalado en una entrevista concedida a finales de noviembre a la cadena de televisión France Info.
El abogado François Zimeray, designado por la editorial de Sansal, denunció el lunes en su cuenta de la red social X que no había sido "autorizado a viajar a Argelia para preparar su defensa junto con abogados argelinos".
El caso estaría relacionado, según recoge el diario digital TSA Algérie, con un artículo publicado a principios de octubre en un medio francés de extrema derecha en el que Sansal explicaba que parte del territorio occidental de Argelia "pertenecía a Marruecos" antes de la colonización francesa.
Sansal ha sido acusado en virtud del artículo 87 del Código Penal, que comprende "actos terroristas o subversivos contra la seguridad del Estado, la integridad del territorio y la estabilidad y el normal funcionamiento de las instituciones", por lo que el escritor se enfrenta a una posible condena de cadena perpetua.
Las relaciones entre Argelia y Francia no pasan por buen momento desde que París reconociera la soberanía marroquí del territorio del Sáhara Occidental, un paso que llevó incluso a que Argel rebajara las relaciones diplomáticas al nivel de encargado de negocios y retirara a su embajador en represalia.