DUBAI, 25 Ene. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Bahréin ha condenado este lunes a 57 hombres a 15 años de cárcel por participar el 8 de marzo de 2015 en un motín en una cárcel de la capital, Manama, según ha informado el fiscal.
Según ha informado el principal fiscal del país, los presos habían llevado a cabo "actos desatados de caos, protestas y una rebelión dentro del edificio".
A los hombres se les ha acusado de dañar la propiedad pública, de atacar a la Policía, de causar incendios y de resistirse a las autoridades.
El 8 de marzo de 2015, las fuerzas de seguridad bahreiníes gasearon y golpearon a los reclusos mientras intentaban sofocar un enfrentamiento que estalló durante una visita familiar, ha denunciado al mismo tiempo el grupo local Sociedad de Jóvenes de Bahréin por los Derechos Humanos.
Por su parte, uno de los abogado de los acusados, Mohamed al Tajer, ha lamentado el veredicto del tribunal y ha alegado que no se ha tenido en cuenta la violencia contra los presos.
"Hemos denunciado que nuestros clientes fueron golpeados durante su encarcelamiento en la prisión de Jaw, pero el tribunal les ha condenado a cadena perpetua ignorando nuestras quejas", se ha quejado Al Tajer.
Varias fotografías de la prisión publicadas en redes sociales mostraban a una persona con la cabeza vendada y a un hombre con un brazo sangrando. Otras imágenes mostraban a varios hombres jóvenes en una habitación con muebles tirados y bolsas de plástico por el suelo.
Sin embargo, no fue posible verificar la autenticidad de las fotografías ni el lugar en dónde habían sido tomadas.
La prisión de Jaw es la principal instalación para los cientos de detenidos por participar en protestas antigubernamentales, por violencia política o por estar relacionados con ataques armados a fuerzas de seguridad o civiles.
Bahréin, una pequeña isla conectada con Arabia Saudí por una carretera de 25 kilómetros, es una zona estratégica muy importante para Occidente, ya que alberga la quinta flota estadounidense.
Las tensiones han aumentado en el reino desde las revueltas de la 'Primavera Árabe' en 2011, cuando la mayoría chií de Bahréin reclamó más derechos a la monarquía suní. Los gobernantes suníes de Arabia Saudí también acusaron a los líderes chiíes iraníes de intentar provocar los disturbios.