LA PAZ, 23 May. (EUROPA PRESS) -
Gabriela Zapata, ex novia del presidente boliviano, Evo Morales, ha sido condenada este martes a diez años de cárcel por los jugosos negocios que cerró como intermediaria de empresas privadas valiéndose de su relación con el líder indígena, en un caso que obligó al jefe de Estado a rendir cuentas sobre su vida privada, que guarda celosamente.
Un tribunal de La Paz ha declarado culpable a Zapata de los delitos de legitimación de ganancias ilícitas, contribuciones y ventajas ilegítimas, uso de bienes y servicios públicos, asociación delictiva, falsedad ideológica y uso de instrumento falsificado, lo que acarrea una pena de diez años que cumplirá en la cárcel capitalina de Miraflores.
Los investigadores han determinado que Zapata, representante de la empresa china CAMC en Bolivia, mantuvo reuniones con inversores privados en las oficinas de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia sin ser funcionaria ni ostentar ningún cargo público.
Zapata, que está recluida en Miraflores desde el 26 de febrero de 2016, ha denunciado que se han vulnerado sus derechos y ha anunciado que apelará. "No sé qué he fingido, cuál sería la imagen (que he dado)", ha dicho en su alegato final, según informa el diario boliviano 'La Razón'.
Además, Cristina Choque, ex directora de la Unidad de Gestión Social del Ministerio de la Presidencia; Jimmy Morales, ex funcionario en dicho Ministerio; Ricardo Alegría, socio de Zapata; Walter Zuleta, el abogado de la ex novia del presidente; y el empresario Carlo Marvin Ramírez han recibido penas de entre dos y cuatro años de cárcel.
RELACIÓN CON ZAPATA
Las sospechas de que Morales podría haber ayudado a Zapata a conseguir importantes contactos y la habría permitido actuar como agente del Estado para mejorar sus negocios privados obligaron al presidente a dar explicaciones públicas sobre su relación con la acusada.
Morales reconoció que había mantenido una relación sentimental con Zapata entre los años 2005 y 2007, cuando ya era jefe de Estado, y confesó incluso que tuvo un hijo con ella pero que, según le aseguró ésta en su momento, había fallecido.
Sin embargo, el entorno de Zapata afirmó que el hijo seguía vivo y que Morales se había desentendido de él. El presidente pidió a los tribunales que encontraran al menor y determinaran su paternidad, pero el niño nunca llegó a aparecer.