Park deberá abandonar su cargo de manera permanente y Corea del Sur deberá celebrar elecciones presidenciales en un plazo de 60 días
MADRID, 10 (EUROPA PRESS)
El Tribunal Constitucional de Corea del Sur ha decidido este viernes que Park Geun Hye, la presidenta que fue apartada de su cargo el pasado mes de diciembre por su presunta implicación en un importante escándalo de corrupción, sea destituida de su cargo.
La destitución de Park se ha aprobado de forma unánime, con el voto de los ocho jueces que forman parte del tribunal --que en un inicio estaba conformado por nueve magistrados, si bien el mandato de uno de ellos acabó el pasado 31 de enero--.
El tribunal ha entendido que Park "violó la ley" al permitir que su confidente y amiga, Choi Soon Sil --cuya detención en octubre sacó a la luz el escándalo--, tuviera cierta influencia y mediara en asuntos estatales, según ha informado la agencia surcoreana de noticias Yonhap.
No obstante, ha rechazado otros cargos citando falta de pruebas, entre ellos, el de abuso de poder a la hora de designar a altos cargos del Ejecutivo. Asimismo, el Constitucional ha señalado que en su decisión no se ha tenido en cuenta el papel de Park en el hundimiento del ferry 'Sewol', en 2014, en el que murieron más de 300 personas, que regresó al foco mediático durante el período de 'impeachment'.
La corte ha anunciado su decisión este viernes en su última audiencia, celebrada a las 11.00 horas, como estaba previsto, en medio de un importante operativo de seguridad en el que se han desplegado más de 20.000 agentes en las inmediaciones de las sedes del Gobierno, entre ellas el Palacio Presidencial --o Cheong Wa Dae--.
Con este fallo se pone fin a una investigación que ha durado más de 90 días y que ha sumido al Partido Saenuri, al que pertenece Park, en la mayor crisis de su historia, provocando incluso que una parte de la formación decidiera escindirse y crear un nuevo partido para tratar de desvincularse del escándalo.
Uno de los abogados de Park, Lee Dong Heub, aseguró antes de conocerse el veredicto del tribunal que Park acataría la decisión, independientemente de cuál fuera.
Ahora, Park deberá abandonar su cargo de manera permanente y Corea del Sur deberá celebrar elecciones presidenciales en un plazo de 60 días.
El Constitucional ya había recomendado recientemente que el juicio político contra Park concluyera antes del 13 de marzo, fecha en que expira el mandato de uno de los nueve jueces que forman parte del tribunal definitivo, para garantizar una decisión justa.
El ministro de Justicia surcoreano, Lee Jung Mi, ha asegurado que "los efectos negativos de las acciones de la presidenta y sus repercusiones son muy graves", subrayando por otro lado que "los beneficios de defender la Constitución destituyéndola de su cargo son abrumadoramente extensos".
"Las violaciones a la Constitución y al Estado de Derecho por parte de la presidenta suponen una traición a la confianza del pueblo y son acciones muy graves que no deben tolerarse desde la perspectiva de la defensa de la Constitución", ha añadido.
'IMPEACHMENT' PARLAMENTARIO
El Parlamento surcoreano aprobó el 9 de diciembre un 'impeachment' contra Park, que contó con el respaldo de 40 miembros de su propia formación. La legislatura ha presentado un total de 13 cargos contra la presidenta: cinco violaciones a la Constitución y ocho delitos legales.
La investigación arrancó después de la detención de Choi quien, a pesar de no tener ningún cargo dentro del Gobierno, interfirió en asuntos del Estado para beneficiar a dos ONG de su propiedad, caso que también ha salpicado a los ejecutivos de varios de los conglomerados más importantes del país, entre ellos Samsung.
El vicepresidente y heredero de este 'chaebol', Lee Jae Yong, reconoció que la apartada presidenta obligó a que su compañía financiara con miles de millones de wones a diferentes organizaciones de las que Choi era propietaria, acusaciones que negó públicamente.
No obstante, este jueves negó todos los cargos de soborno y corrupción que pesan sobre él durante el inicio de lo que la prensa surcoreana ha definido como el 'juicio del siglo'.
Los fiscales encargados del caso han estado investigando el papel de Park a la hora de presionar al Servicio Nacional de Pensiones (SNP) para que éste apoyara la fusión de Samsung con Cheil Industries en 2015, a cambio de que la compañía respaldara económicamente a Choi.
El SNP --que obtuvo un 11,6 por ciento de las acciones de Samsung C&T, la rama de construcción de Samsung, y un cinco por ciento de las de Cheil Industries-- jugó un papel clave en la fusión de ambas unidades.
Se sospecha que el grupo entregó 3.500 millones de wones (unos 2,8 millones de euros) a una de las compañías de las que Choi era propietaria. Asimismo, creen que Samsung entregó otros 20.400 millones de wones (más de 16 millones de euros) a las dos fundaciones sin ánimo de lucro gestionadas por Choi.
El respaldo del SNP a la fusión de Samsung C&T y Cheil Industries levantó serias críticas, ya que esta decisión no fue revisada por una junta independiente.
La fusión de estas dos unidades se ha visto, además, como un paso para allanar el camino al heredero de Samsung, Lee Jae Yong, para hacerse con el control de este 'chaebol' después de que su padre, propietario de Samsung, Lee Kun Hee, fuera hospitalizado tras un infarto.
El heredero de la compañía y jefe 'de facto' desde la incapacitación de su padre ha asegurado que la fusión no tiene nada que ver con su sucesión en el cargo, y que esta medida sólo buscaba beneficiar a ambas compañías. Sin embargo, sí reconoció haber dado a la hija de Choi --la polémica confidente de Park--, jinete profesional, un caballo valorado en un millón de wones.
A pesar de haberse disculpado públicamente ante el pueblo, el índice de aprobación de Park ha caído a mínimos históricos. Una serie de parlamentarios escindidos de su partido, recientemente integrados en una nueva formación denominada Partido Bareun, han asegurado que intentarán convertir el escándalo en una oportunidad para reformar el país y recobrar los verdaderos valores del partido.