LONDRES, 20 Ene. (Thomson Reuters Foundation/EP) -
El Tribunal Constitucional de Zimbabue ha prohibido el matrimonio infantil en un fallo emitido este miércoles en respuesta a dos mujeres que han llevado al Gobierno ante la Justicia para acabar con una práctica muy extendida en la nación africana.
Loveness Mudzuru y Ruvimbo Tsopodzi habían pedido al alto tribunal que declarara ilegal o inconstitucional el matrimonio infantil, alegando que es una forma de maltrato contra los niños que incluye siempre violencia sexual.
El Constitucional ha dado la razón a las dos mujeres y ha prohibido los enlaces antes de los 18 años, derogando también las disposiciones de la Ley del Matrimonio que permiten que las niñas se casen a los 16 años pero fijan en 18 la edad para los niños.
La sede jurisdiccional ha subrayado las "horribles consecuencias" del matrimonio infantil y lamenta que haya pasado tanto tiempo "sin una conciencia social" sobre los problemas derivados de estas uniones civiles.
"Estoy realmente muy contenta de que hayamos jugado un papel instrumental para hacer que Zimbabue sea un país seguro para las niñas", ha dicho Mudzuru, que se casó a los 16 años y tuvo dos hijos antes de cumplir los 18.
Beatrice Savadye, que lidera la ONG ROOTS, que ha respaldado a las dos mujeres en su cruzada judicial, también ha expresado su satisfacción por el fallo. "Es un hito en la campaña para acabar con este flagelo social", ha destacado.
Savadye ha advertido de que, a pesar de esta victoria en los tribunales, debe hacerse más para dar a conocer a los zimbabueses, especialmente en las comunidades rurales, los peligros del matrimonio infantil.
UNA PRÁCTICA ARRAIGADA
Cerca de un tercio de las niñas de Zimbabue se ha casado antes de los 18 años y un cuatro por ciento lo ha hecho antes de los 15, lo que multiplica la probabilidad de sufrir violencia sexual, morir durante el parto y no recibir educación.
La pobreza es el principal motivo para estos enlaces. Los padres suelen ofrecer a sus hijas a edades tempranas para tener menos bocas que alimentar, e incluso en algunos casos las familias reciben una compensación económica.
"Las niñas que se casan, frecuentemente de familias pobres, son obligadas a tener hijos pronto en medio de la miseria, de modo que el círculo comienza de nuevo", expuso Mudzuru en su pliego al máximo tribunal.
Mudzuru ha contado a la Fundación Thomson Reuters que su vida se convirtió en "un infierno" cuando se casó. "Criar a un niño cuando tú también eres un niño es duro", dijo. "Debería haber estado en el colegio", lamentaba.