ÁMSTERDAM 29 Abr. (Reuters/EP) -
Un tribunal holandés ha dictaminado este miércoles que el teniente coronel Thom Karremans --el jefe de los 'cascos azules' en Srebrenica (Bosnia y Herzegovina) durante el genocidio cometido por los militares serbobosnios en julio de 1995-- no debe ser procesado por haber sacado de su cuartel a tres bosnios musulmanes en edad militar que finalmente murieron a manos de los uniformados bajo mando del general Ratko Mladic.
Srebrenica era un enclave de mayoría musulmana que, durante la guerra de Bosnia (1992-1995), fue declarado como zona segura por Naciones Unidas y que estaba protegida por los 'cascos azules' dirigidos por el coronel Karremans cuando fue tomada por los hombres del general Mladic en julio de 1995.
Los militares serbobosnios tomaron el control de esta localidad situada en el extremo oriental de Bosnia y Herzegovina en los primeros días de ese mes y mataron a 8.000 varones musulmanes bosnios (bosniacos), además de provocar el éxodo de la población de esta religión a otras localidades próximas.
Naciones Unidas ha definido como genocidio la masacre cometida por las tropas de la autoproclamada República Srpska (la entidad serbia de Bosnia) y el Tribunal Penal Internacional para la Antigua Yugoslavia (TPIY) mantiene imputado al general Mladic por su implicación en esta matanza.
Los familiares de tres bosnios musulmanes en edad militar que murieron en el genocidio denunciaron al coronel Karremans y a dos de sus subordinados por haber dejado a estos tres varones a merced de los militares serbobosnios sabiendo que se exponían a morir asesinados.
El coronel holandés llegó a brindar con el general Mladic tras acordar con él que le dejaran salir a él y a sus hombres del cuartel, mientras miles de musulmanes bosnios quedaban bajo control de los militares serbobosnios.
LOS FISCALES ACTUARON CORRECTAMENTE
Tras la denuncia, un tribunal de apelaciones de Arnhem ha fallado que los fiscales han actuado correctamente al decidir en 2014 que el coronel y los otros dos militares holandeses no deben ser procesados por obrligar a dos de los tres bosnios musulmanes, mayores de edad, a irse del cuartel por haberlo acordado así con los serbobosnios.
"El 'número dos' del batallón no estaba obligado a darse cuenta de que (el traductor) Muhamed Nuhanovic tenía una probabilidad cierta de ser asesinado tras salir del cuartel", ha asegurado el tribunal en un comunicado, en el que ha dejado claro que esta circunstancia exonera a Karremans y sus dos subordinados.
El padre de Nuhanovic, Ibro Nuhanovic, era demasiado mayor para el servicio militar, por lo que se le permitía quedarse en el cuartel pero decidió irse con su hijo y su mujer. "Fue una decisión valiente, por la que merecen todo el respeto", ha afirmado la corte. "Pero fue su decisión --ha añadido--, por lo que los acusados no pueden ser considerados responsables".
El tercer bosnio musulmán que fue obligado a irse del cuartel fue Rizo Mustafic, un electricista contratado por los 'cascos azules' holandeses. Podría haber permanecido en el cuartel pero nadie se lo dijo. Esa omisión podría haber dado pie a que los militares fueran acusados de homicidio pero finalmente no ha sido así.
La masacre de Srebrenica marcó un punto de inflexión en la guerra de Bosnia, provocando una reacción internacional contra los abusos cometidos por las fuerzas serbobosnias en su intento por expulsar a bosniacos y croatas de su territorio.
La inacapacidad de los 'cascos azules' para detener la matanza de Srebrenica, un área definida como 'zona segura' por Naciones Unidas, ha tenido unas amplias repercusiones en Países Bajos, llegando a provocar la renuncia del Gobierno en 2002 tras un informe que criticaba los errores de sus militares en la guerra de Bosnia.