ÁMSTERDAM, 20 Abr. (Reuters/EP) -
Un tribunal holandés ha ordenado este jueves a los fiscales que abran una investigación sobre si la 'joint venture' de Shell y Exxon tiene algún tipo de responsabilidad penal por los seísmos provocados por la producción del mayor campo de gas del país.
Los pequeños temblores no han provocado heridos, pero sí daños en miles de edificios y estructuras en la provincia de Groningen, en el noreste del país, y los fiscales habían declinado hasta ahora actuar, argumentando que era un asunto civil.
Sin embargo, el Tribunal de Apelación de Leeuwaarden-Arnhem les ha pedido que abran una investigación, subrayando que no han analizado cuidadosamente si podría demostrarse algún delito.
El Gobierno fue objeto de la censura formal por parte de la Junta de Seguridad del país después de que un terremoto de 3,6 de magnitud sacudiera la localidad de Huizinge en 2012. Este fue mayor del que habían considerado como posible la 'joint venture' compuesta por NAM, Royal Dutch Shell y Exxon Mobil y que supervisa la producción en Groningen.
"El tribunal observa que hay pruebas de que NAM es culpable de (...) dañar edificios con la amenaza para vidas humanas", ha afirmado la corte en su veredicto de este jueves.
NAM, que ha aceptado responsabilidad civil por daños causados por los seísmos y está pagando compensaciones de más de 1.000 millones de euros, ha expresado su sorpresa por la decisión judicial respecto a Groningen, que fue descubierto en 1959 y es uno de los mayores campos de gas del mundo.
"En sentencias anteriores, los fiscales y el tribunal han determinado continuadamente que no hay razón para el procesamiento", ha sostenido la empresa, añadiendo que las investigaciones no conllevan de forma automática a que se presenten cargos.
Esta misma semana, el Gobierno holandés anunció que reducirá una vez más la producción del yacimiento para reducir el riesgo planteado por los seísmos, la cuarta medida de este tipo desde que la Junta de Seguridad publicara su informe en febrero de 2015 afirmando que las autoridades habían ignorado los potenciales riesgos en Groningen durante décadas y estaban poniendo vidas en peligro.
La producción en Groningen se ha visto reducida desde 53.900 millones de metros cúbicos en 2013 a un máximo de 24.000 millones de metros cúbicos anuales en la actualidad, y será reducida nuevamente a 21.600 millones en octubre.