MELBOURNE, 16 Dic. (Reuters/EP) -
Un tribunal de Papúa Nueva Guinea ha otorgado a cientos de solicitantes de asilo que estuvieron detenidos durante años en un controvertido centro de detención australiano el derecho de demandar el Gobierno de Papúa Nueva Guinea por una indemnización, según han informado los medios australianos.
El Tribunal Supremo de Papúa Nueva Guinea ha rechazado un intento del Gobierno de detener a los solicitantes de asilo que buscaban compensación.
El Gobierno intentó argumentar que el plazo para tales intentos de entablar una demanda de indemnización había pasado, pero el tribunal ha rechazado su solicitud.
La decisión se produce dos meses después de que el Gobierno de Papúa Nueva Guinea cerrara el centro de detención de la isla de Manus, que había albergado a unos 400 hombres solicitantes de asilo.
Las condiciones en el campamento y otro en la pequeña isla del Pacífico de Nauru han sido ampliamente criticadas por Naciones Unidas y los grupos defensores de Derechos Humanos.
Los dos campamentos han sido pilares de la polémica política de inmigración australiana, según la cual se niega a permitir que los solicitantes de asilo que llegan en embarcaciones lleguen a sus costas.
El cierre del campamento de la isla de Manus, criticado por Naciones Unidas como "impactante", causó caos y los hombres se negaron a abandonar el complejo por temor a ser atacados por los residentes de la isla.
El Tribunal Supremo de Papúa Nueva Guinea declaró en 2016 que la detención de solicitantes de asilo en nombre del Gobierno australiano era ilegal y que violaba los Derechos Humanos fundamentales de los solicitantes de asilo.
Los solicitantes de asilo ahora volverán al tribunal en febrero para recibir órdenes de Australia y Papúa Nueva Guinea para que se establezcan en un tercer país seguro.
Estados Unidos anunció este viernes que había aceptado recibir a unos 200 refugiados más de la isla Manus y Nauru en virtud de un acuerdo alcanzado entre Turnbull y el expresidente estadounidense Barack Obama.
Otros 50 refugiados ya habían sido aceptados como parte del acuerdo en virtud del cual Australia acordó aceptar refugiados de América Central. El actual presidente de Estados Unidos, Donald Trump, calificó el acuerdo de "tonto".