MADRID, 12 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un tribunal de Turquía ha aplazado este lunes hasta el 25 de septiembre el juicio contra cinco trabajadores del diario 'Cumhuriyet', ordenando que los acusados continúen bajo custodia entonces.
El juez ha concedido la petición de la Fiscalía de que los trabajadores, entre ellos algunos que llevan detenidos diez meses, continúen encarcelados hasta que se presenten más pruebas, según ha informado el propio 'Cumhuriyet'.
La Fiscalía de Turquía presentó en abril cargos por "pertenencia a una organización terrorista armada" contra varios directivos y columnistas del diario 'Cumhuriyet', cerca de cinco meses después de abrir investigaciones contra el medio.
La Fiscalía, que presentó también cargos por "ayudar a una organización terrorista armada sin ser miembro de la misma", reclamó penas de entre siete años y medio y 43 años de cárcel para los acusados.
Las autoridades iniciaron en agosto de 2016 una investigación contra varios directivos por las acusaciones de que varias informaciones del diario tenían como objetivo legitimar el intento de golpe de Estado de julio de 2016, del que Ankara acusa al clérigo islamista Fetulá Gulen.
Precisamente, la Fiscalía ha sostenido que 'Cumhuriyet' "fue secuestrado" en 2013 por la Organización Terrorista Fetulenista --nombre con el que las autoridades definen a los seguidores de Gulen--, a la que el Gobierno acusa de la intentona.
Tras la operación contra 'Cumhuriyet', el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) habló de "día oscuro para los medios de Turquía", agregando que el Gobierno turco "intenta erradicar cualquier fuente de información alternativa, tildando a cualquiera que les desafíe de terroristas".
Miles de personas han sido detenidas desde la intentona golpista por sus presuntos vínculos con Gulen, que reside en Estados Unidos. Ankara ya ha reclamado a Washington su extradición.
Gulen siempre ha negado cualquier vinculación con el golpe de Estado y ha reclamado al Gobierno de Ankara que permita una investigación internacional sobre lo sucedido.
Gulen y el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, eran aliados políticos hasta que la Policía y la Fiscalía, supuestos simpatizantes de Gulen, abrieron una investigación sobre corrupción en 2013.
Entonces, el mandatario turco acusó al clérigo de conspirar y erigir un Estado paralelo para derrocar al Gobierno con ayuda de la Policía y medios simpatizantes.