Un tripulante griego del buque incautado por Irán en Omán regresa a Atenas

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MADRID, 18 Ene. (EUROPA PRESS) -

Empire Navigation, la compañía griega propietaria del buque incautado la semana pasada por Irán en el golfo de Omán con 19 tripulantes a bordo, ha confirmado este jueves que un ciudadano griego regresará a Atenas en las próximas horas.

"El cadete griego, escoltado por el embajador griego en Irán, se encuentra a bordo de un vuelo de regreso a casa. Independientemente de esta noticia positiva, nuestra empresa sigue comprometida con la liberación de todos los miembros de la tripulación", ha señalado en un comunicado remitido a Europa Press.

Asimismo, ha confirmado que han hablado con el embajador filipino en Irán, que visitará el buque "una vez que las autoridades locales completen los trámites requeridos". "Los funcionarios del Gobierno filipino continúan sus esfuerzos desde el primer día para negociar el regrso de los miembros restantes de la tripulación", ha agregado.

Un representante de la compañía visitó el lunes a los tripulantes del barco, entre los que hay también 18 filipinos, después de informar que contactaron con la tripulación a través de un agente "local" y que estaban "a salvo".

El buque, actualmente anclado en el puerto de la ciudad de Bandar Abbas, había recibido durante los días previos en Basora, Irak, un cargamento de 145.000 toneladas métricas de crudo destinadas a Aliaga, en Turquía, a través del canal de Suez.

Las autoridades iraníes confirmaron el pasado jueves la incautación del citado buque estadounidense, anteriormente llamado 'Suez Rajan'. La embarcación fue embargada en septiembre por Estados Unidos bajo el argumento de que transportaba petróleo a China, algo que violaría las sanciones impuestas por Washington a Teherán.

El Departamento de Justicia estadounidense informó en septiembre del embargo del petrolero 'Suez Rajan' y la incautación de 980.000 barriles de crudo por una violación de sus sanciones. Tras ello, Empire Navigation reconoció haber incumplido las sanciones y fue sentenciada por un juez del distrito de Columbia a pagar una multa de casi 2,5 millones de dólares (alrededor de 2,3 millones de euros).