KABUL, 9 Feb. (Reuters/EP) -
Cientos de efectivos estadounidenses se han dirigido a la provincia de Helmand, en el sur de Afganistán, para apoyar a las fuerzas que seguridad que se enfrentan a los ataques talibán, según ha informado este martes un portavoz del Ejército norteamericano, Michael Lawhorn, a través de un comunicado.
Esta nueva fuerza se encargará de dar más seguridad y actuará como asesor del cuerpo 215 del Ejército afgano, ha explicado Lawhorn.
En esta provincia del sur del país, las fuerzas de seguridad han sufrido numerosas deserciones y pérdidas, además de casos de corrupción y problemas de liderazgo. Recientemente, más de 90 generales han sido reemplazados como parte de la reestructuración.
"Este movimiento es un despliegue de personal adicional para reforzar la seguridad del Ejército y del actual personal asesor. También proveerá asesores adicionales para ayudar con los esfuerzos que ya se han puesto en marcha de incorporar más hombres, más equipo y de entrenar al cuerpo 215", ha añadido.
Varios miembros del Ejército habían informado previamente de que estas nuevas tropas estarían formadas por 200 efectivos pero Lawhorn ha rechazado dar cifras exactas, aunque ha asegurado que los refuerzos serán "significativos".
FIN DE LA MISIÓN DE COMBATE EN 2014
La coalición liderada por la OTAN en Afganistán declaró el fin de su misión de combate a finales de 2014. Lawhorn ha informado de que las nuevas tropas irán a Helmand "para entrenar, asesorar y asistir a nuestros homólogos afganos y no para participar en operaciones de combate".
Los asesores de las Fuerzas Especiales estadounidenses en el terreno en Helmand se han encontrado cada vez más dentro del combate y de hecho un miembro de los 'boinas verdes' murió en enero durante un tiroteo con los insurgentes talibán. Los aviones de Estados Unidos lanzaron 12 ataques aéreos durante ese enfrentamiento.
Aproximadamente 9.800 soldados estadounidenses permanecen en Afganistán. El plan inicial del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, de retirar todas las tropas en 2017 ya ha sido desechado y altos cargos del Ejército han solicitado que se aumente la presencia al menos cinco años más.
Helmand ha sido una de las provincias más mortales para los miles de soldados extranjeros, en su mayoría británicos y estadounidenses, que lucharon durante más de una década tras la caída de los talibán en 2001.
En 2015 la coalición redujo la potencia de sus efectivos en Helmand y se centró en asesorar, adoptando una política de "asesoramiento expedicionario". En esta provincia, la mayoría de los soldados no estaban establecidos permanentemente, sino que eran trasladados al lugar si se les necesitaba.
La decisión de retirar permanentemente las tropas de Helmand fue motivada por el cierre de las bases y la reducción del número total de soldados extranjeros, explicó la semana pasada un portavoz del Ejército estadounidense, el general de brigada Wilson Shoffner.
"El asesoramiento expedicionario (...) permite adaptar lo que envías, pero no tenemos infraestructura y bases permanentes en el lugar, es uno de los aspectos más desafiantes a los que nos enfrentamos", añadió.