MANILA, 17 Nov. (Reuters/EP) -
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, se ha comprometido a poner en marcha un plan para recibir a 25.000 refugiados sirios antes del 1 de enero, incluso a pesar del aumento de las críticas que aseguran que es un número demasiado grande y que, tras los ataques de París, podría suponer una amenaza para el país.
Este tema podría ser el primer cambio político real del nuevo Gobierno liberal de Trudeau, que llegó al poder el 19 de este mes tras ganar las elecciones.
Durante su campaña, Trudeau se comprometió a aumentar el número de refugiados, asegurando que Canadá tenía que ayudar más con la crisis de Oriente Próximo. Sin embargo, a raíz del ataque del viernes en París, que fue perpetrado por milicianos del Estado Islámico, incluso políticos que antes apoyaban el plan de Trudeau, creen que debe retrasar la fecha para asegurarse de que todos los refugiados son investigados adecuadamente.
Trudeau ha asegurado que, antes de la masacre de París, su Gobierno había dejado claro que la seguridad de los canadienses sería lo primordial. "Aspiramos a cumplir nuestras promesas de la campaña y estamos trabajando en un plan para hacerlo", ha dicho a los reporteros mientras viajaba a Manila para la cumbre Asia Pacífico.
"Me comprometí a traer a 25.000 refugiados antes del 1 de enero de forma segura y haremos todo lo posible para llevarlo a cabo", ha añadido. También ha informado de que está hablando con una comisión especial del Gobierno para estudiar la mejor manera de conseguirlo.
Trudeau ha hecho estas declaraciones tras la carta que recibió del ministro principal de Saskatchewan, Brad Wall, en la que decía que "incluso si un pequeño grupo de individuos que desean hacer daño a nuestro país son capaces de entrar en Canadá como resultado del reasentamiento de refugiados, los resultados podrían ser devastadores".
El alcalde de Calgary, Naheed Nenshi, uno de los políticos más progresistas, tuiteó que Wall "tiene derecho a plantearse preguntas legítimas sobre el asentamiento de refugiados".
La ministra de Inmigración de la provincia de Quebec, Kathleen Weil, también ha mostrado su rechazo al plan, asegurando que la cifra de Trudeau es poco realista.
Trudeau dijo el lunes que las autoridades estadounidenses no habían planteado problemas de seguridad con el plan de los refugiados.