Donald Trump
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Actualizado: martes, 14 noviembre 2017 11:43

Asegura que se han firmado acuerdos comerciales por valor de más de 300.000 millones de dólares

MANILA, 14 (Reuters/EP)

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha abandonado Filipinas antes de que comenzara el plenario de la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación de Países del Sureste Asiático (ASEAN) por los retrasos acumulados en su agenda de reuniones, si bien ha asegurado que su gira por Asia ha sido un éxito.

Trump ha salido de Manila tras participar en un almuerzo con los líderes de los países de ASEAN, después de que la serie de reuniones que ha mantenido acumulara dos horas de retraso. A bordo del avión presidencial Air Force One, Trump ha contado a la prensa que ha realizado su discurso en el almuezo con los líderes del Sureste Asiático, en lugar de en la cumbre. Finalmente, será el secretario de Estado estadounidense, Rex Tillerson, quien asistirá a la cumbre en sustitución de Trump, según ha explicado un responsable de la Casa Blanca.

El presidente de Estados Unidos ha asegurado que su gira por Asia ha sido un éxito y ha destacado que se ha cerrado con acuerdos por valor de 300.000 millones de dólares (unos 256.000 millones de euros) aunque no ha aportado más detalles.

"Hemos explicado que Estados Unidos está abierto al comercio pero que queremos que sea recíproco, que queremos un comercio justo para Estados Unidos", ha asegurado Trump. La preocupación por un posible impulso del proteccionismo por parte de Estados Unidos ha sido uno de los temas mencionados durante la gira de Trump, que ha incluido paradas en Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas.

Horas antes este martes, el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, ha trasladado en la cumbre de ASEAN su preocupación por la crisis de los rohingya en Birmania y por los asesinatos extrajudiciales en Filipinas en el marco de la llamada guerra contra la droga.

Trump no ha tenido en esta ocasión presiones para abordar con el presidente de Filipinas, Rodrigo Duterte, los abusos de los Derechos Humanos en el marco de la guerra contra la droga. La Casa Blanca aseguró tras la reunión de ambos mandatarios que ese tema fue tratado brevemente pero un portavoz de Duterte lo negó y aseguró que en ningún momento se había abordado dicha cuestión.

El comunicado conjunto tras esa reunión señaló que Trump y Duterte subrayaron que "los Derechos Humanos y la dignidad de la vida humana son esenciales y acordaron continuar con la agenda de Derechos Humanos en sus programas nacionales".

Trudeau, sin embargo, ha asegurado que en su conversación con Duterte él sí "mencionó los Derechos Humanos, el Estado de Derecho y, específicamente, los asesinatos extrajudiciales" por tratarse de temas por los que Canadá "está preocupada".

"El presidente ha sido receptivo con mis declaraciones y todo ha sido en el marco de un diálogo muy cordial y positivo", ha afirmado Trudeau, en una comparecencia ante la prensa en Manila.

Más de 3.900 personas han muerto en el marco de la llamada guerra contra las drogas puesta en marcha por Rodrigo Duterte desde que llegó a la Presidencia de Filipinas en junio de 2016. Su Gobierno justifica la actuación policial y dice que las muertes se registraron por actuaciones de autodefensa de la Policía pero los grupos de Derechos Humanos denuncian que las fuerzas de seguridad están actuando sin rendir cuentas por sus excesos y violaciones de Derechos Humanos.

Duterte llegó a insultar al anterior presidente de Estados Unidos, Barack Obama, en 2016 por mostrar su preocupación por las muertes en el marco de la guerra contra la drogas y declaró que rompería relaciones con el país norteamericano, que ha sido un estrecho aliado de Filipinas desde la Segunda Guerra Mundial. Trump aseguró este lunes que tiene "una gran relación" con Duterte.

Trudeau también ha asegurado que se ha reunido con la 'líder de facto' de Birmania, la consejera de Estado y premio Nobel de la Paz Aung San Suu Kyi, para abordar la situación de los rohingya en el estado birmano de Rajine, aunque no ha mencionado a esta comunidad musulmana por su nombre. "Esto representa una tremenda preocupación para Canadá y para muchos, muchos países del mundo", ha afirmado.

El Gobierno birmano no reconoce a los rohingya como ciudadanos de su país y les considera inmigrantes ilegales procedentes de Bangladesh. Desde la última ola de violencia en el estado de Rajine, más de 600.000 rohingya han huido al vecino Bangladesh.

Varios de los diez países que forman parte de ASEAN, especialmente Malasia, que tiene una mayoría de población musulmana, han expresado su preocupación por la crisis de los rohingya en Birmania. Sin embargo, la cumbre ha mantenido su principio de no interferencia en los asuntos internos de cada país y no ha abordado esta cuestión. La cumbre ha reunido a los miembros de ASEAN con Estados Unidos, Japón, China, India, Australia y Canadá.

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