MADRID, 10 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha aceptado este jueves respaldar la política de 'una sola China', en la que se reconoce a Taiwán como parte de la China continental, después de haber puesto en duda, incluso antes de llegar a la Casa Blanca, la posición que se ha mantenido desde Washington cuatro décadas.
En un comunicado, la Casa Blanca ha anunciado que Trump ha mantenido una "extensa" llamada telefónica con su homólogo chino, Xi Jinping, en la que "ambos líderes han debatido sobre varios asuntos".
"El presidente Trump ha aceptado, a petición del presidente Xi, honrar la política de 'una sola China'", ha señalado la Casa Blanca en el documento.
Asimismo, ha informado de que representantes de ambos países se comprometerán a celebrar encuentros y a negociar sobre "varios asuntos de interés mutuo".
La Casa Blanca ha definido la conversación como "extremadamente cordial" y tanto Trump como Xi se han trasladado "sus mejores deseos" a sus respectivos pueblos, además de haberse invitado entre ellos a visitar sendos países.
La relación entre Washington y Pekín se empezó a tensar después de que Trump mantuviera una llamada de teléfono con la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, el pasado 2 de diciembre, en lo que fue el primer contacto de este tipo desde que el expresidente Jimmy Carter reconoció en 1979 a Taiwán como parte de 'una sola China'.
Pekín considera a Taiwán una provincia renegada y se trata de un asunto de alta sensibilidad en el país.
Posteriormente, Trump señaló que "entiende" la política pero que o ve "por qué hay que estar atados a esa política, a no ser que se llegue a un acuerdo en relación con otras cosas, entre ellas el comercio".
En esta misma entrevista, Trump criticó a China por su política cambiaria, por sus actividades en el mar de China Meridional y por su posición sobre Corea del Norte.