MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha criticado este viernes a Etiopía por retirarse finalmente del acuerdo pactado en torno a la presa que construye en el río Nilo Azul y ha advertido de que Egipto podría "volarla".
Trump ha indicado durante una conversación telefónica con el primer ministro sudanés, Abdalá Hamdok, retransmitida en el Despacho Oval sobre el anuncio del acuerdo de relaciones diplomáticas entre Sudán e Israel, que "había un acuerdo y lo rompieron".
El presidente estadounidense ha reaccionado así después de que Hamdok abogara por "una solución amistosa" a las disputas en torno a la presa, que han llevado a Etiopía, Egipto y Sudán a mantener reuniones durante meses para intentar lograr un acuerdo que dé carpetazo al asunto de forma aceptable para los tres países. "Estamos avanzando en esa dirección", ha señalado Hamdok.
En respuesta, Trump ha cargado contra Adís Abeba y ha recalcado que "el acuerdo estaba cerrado". "No pueden hacer eso. Es una situación muy peligrosa porque Egipto no puede vivir de esa forma. Terminarán por volar esa presa. Lo digo claro, volarán esa presa", ha agregado.
Así, ha incidido en que "fue terrible". "Estábamos todos preparados para firmar un acuerdo que se negoció durante cinco años o más", ha dicho, antes de pedir a Hamdok que trabaje con las autoridades etíopes para llevar a Adís Abeba a firmar un pacto. "Lo que pueda hacer, será genial", ha valorado.
"Voy a decir lo mismo a Egipto, porque pudieron y debieron haberlo impedido antes. Les pregunté cómo permitieron que lo construyeran. Me dijeron que tenían otras cosas en mente. Fue cuando tuvieron una pequeña revolución, por decirlo suavemente", ha relatado el presidente.
Por el momento, ni las autoridades etíopes ni las egipcias han reaccionado a las declaraciones de Trump. Los últimos contactos entre ambos países han tenido lugar a raíz de los esfuerzos de Sudán por impulsar un acuerdo que impida que la construcción de la presa afecte de forma excesiva a los países río abajo.
EL PRINCIPIO DE ACUERDO
Los gobiernos de Egipto, Etiopía y Sudán alcanzaron el 31 de enero un principio de acuerdo sobre los principales puntos de disputa en torno a la construcción de la presa y se comprometieron a firmar el documento final a finales de febrero, si bien Adís Abeba abandonó posteriormente las conversaciones antes de firmar el acuerdo, algo que sólo hizo El Cairo.
Así, las partes habían pactado un calendario para el plan de llenado de la conocida como Presa del Gran Renacimiento, un mecanismo de mitigación para el mismo durante los periodos de sequía y otro mecanismo de mitigación para las operaciones durante épocas de sequía.
El pacto incluía un mecanismo para las operaciones anuales y a largo plazo de la presa en condiciones hidrológicas normales, un mecanismo de coordinación y cláusulas para la resolución de disputas y la puesta en común de información.
Posteriormente, los tres países coincidieron el 26 de junio en evitar cualquier acción "unilateral" sobre la presa, incluido el llenado de su embalse, hasta que no haya un acuerdo "vinculante" entre los tres, si bien Etiopía anunció en julio el inicio del proceso de llenado.
Etiopía, que está financiando en solitario el proyecto y espera convertirse en el mayor generador y exportador de electricidad del continente, rechaza estas acusaciones. Sudán, por su parte, apoya la presa, ya que regulará los flujos y suministrará electricidad y regadío.
Las obras están siendo llevadas a cabo en la región de Benishangul-Gumaz y, una vez finalizadas, la presa será la más grande del continente con 1.800 metros de largo, 155 metros de alto y un volumen total de 10,4 millones de metros cúbicos, según recoge la empresa Salini Impreglio en su página web.