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Donald Trump - Europa Press/Contacto/Allison Robbert - Pool via C
MADRID 7 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este sábado que se desentenderá de la crisis abierta hace diez días en Siria con la ofensiva fulgurante lanzada por yihadistas y rebeldes contra el Gobierno del presidente Bashar al Assad y ha culpado al expresidente norteamericano Barack Obama de tener buena parte de culpa de la situación actual.
En un comunicado publicado en su red social Truth Social, Trump describe que "los combatientes de oposición sirios, en un movimiento sin precedentes, han asumido el control de varias ciudades durante una ofensiva muy bien coordinada y ahora mismo están a las afueras de Damasco para ejecutar, está claro, una operación de envergadura para acabar con Al Assad".
A continuación, Trump ha acusado a Obama de haber sido incapaz de "honrar sus promesas" en Siria y de dejar la situación en manos de Rusia, "que está tan liada en Ucrania que parece incapaz de detener esta marcha, literalmente hablando, a través de Siria, un país que han protegido durante años".
El entonces presidente Obama apostó por respaldar a rebeldes sirios moderados para luchar contra la organización yihadista Estado Islámico a través del despliegue de fuerzas especiales norteamericanas, pero nunca llegó a involucrarse a fondo en el conflicto para no desencadenar un conflicto abierto con Rusia o Irán.
Moscú sí que acabó interviniendo en 2015 con una campaña militar que llevó a los rebeldes y a los yihadistas a recluirse en bastiones aislados y a reorientar el rumbo de la guerra a favor del presidente sirio, hasta ahora.
Trump ha razonado que el avance de la oposición para expulsar a Al Assad y a las fuerzas rusas en el país "posiblemente es lo mejor que podía pasar" a Moscú. "En realidad, Siria nunca ha sido de mucho beneficio para Rusia. Quizás es lo mejor que les podría ocurrir. Solo ha servido para que Obama quedara como un estúpido", ha añadido.
El presidente electo, finalmente, ha concluido que Siria "en cualquier caso, es un desastre" y que, dado que "no es un país amigo", Estados Unidos "no debería tener nada que ver con esto". "No es nuestra lucha. Que ocurra lo que tenga que ocurrir. No nos involucremos", ha concluido.
Por su parte, el asesor presidencial Amos Hochstein, considerado como el gran representante de la saliente administración de la Casa Blanca en Oriente Próximo, ha avisado durante su participación en el foro internacional de Doha (Qatar) de las "enormes implicaciones" regionales que comportaría una posible victoria de la oposición, en particular para Líbano.
Una victoria de yihadistas y rebeldes, ha apuntado, complicaría enormemente a las milicias chiíes de Hezbolá la recepción de armas procedentes dee Irán, aliado estratégico del debilitado gobierno sirio.
El enviado estadounidense ha destacado que la ofensiva, "que comenzó después del alto el fuego entre Israel y Hezbolá", ha creado "una nueva debilidad" para las milicias chiíes libanesas en su lucha contra Israel.
Hochstein ha considerado también que el rápido avance opositor no ha representado una "gran sorpresa" porque el Ejército sirio ha perdido una significativa cantidad de apoyo militar ruso e iraní. "Hace trece años tenía a su lado estas dos potencias que acudieron en su ayuda sin contemplaciones", ha indicado Hochstein antes de resaltar este nuevo escenario, donde Rusia no se puede permitir malgastar recursos en la guerra de Ucrania y Teherán está enzarzado en esporádicos enfrentamientos a gran escala contra Israel.