NUEVA YORK, 7 Dic. (Reuters/EP) -
El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha propuesto al gobernador de Iowa, Terry Branstad, como futuro embajador en China, en un intento por limar asperezas con el régimen comunista tras el reciente desencuentro por la llamada a la presidenta de Taiwán.
Branstad ha sido descrito por un portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, como un "viejo amigo" del gigante asiático. "Celebramos que vaya a desempeñar un papel relevante para avanzar en el desarrollo de las relaciones", ha dicho en rueda de prensa, cuando el nombramiento aún era un rumor.
El presidente chino, Xi Jinpiing, visitó Iowa en febrero de 2012, sólo nueve meses después de tomar posesión. Xi ya había viajado a este estado en 1985, como miembro de una delegación centrada en investigación agrícola, y en 2012 se reunió con parte de las personas que había visto casi tres décadas atrás.
Pekín se ha mostrado especialmente molesto con Trump después de su inesperada llamada a la presidenta de Taiwán, Tsai Ing Wen, la semana pasada. La China continental defiende sus derechos soberanos sobre esta isla, a la que considera una provincia renegada, y la Casa Blanca se vio obligada a aclarar que la política de Washington sigue intacta.