MADRID, 18 (EUROPA PRESS)
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este jueves que "ciertamente parece" que el periodista saudí Yamal Jashogi, desaparecido el 2 de octubre tras visitar el consulado de Arabia Saudí en la ciudad turca de Estambul, está muerto.
"Ciertamente eso me parece. Es muy triste", ha dicho, según ha recogido la cadena de televisión local CNBC. Asimismo, ha resaltado que, si se demuestra la responsabilidad de Arabia Saudí en lo ocurrido, sopesará "consecuencias muy graves" para su aliado en la región.
En una entrevista concedida poco después al diario 'The New York Times', el mandatario ha expresado su confianza en las informaciones de Inteligencia que sugieren la responsabilidad de altos cargos saudíes en el caso.
Sin embargo, ha matizado que aún "es un poco pronto" para sacar conclusiones definitivas acerca de quién habría estado detrás de la desaparición del periodista, crítico con las autoridades del país árabe.
"No es positivo. No es positivo", ha subrayado, antes de reconocer que este caso "ha atraído la atención de todo el mundo, desafortunadamente".
"A menos que el mayor de los milagros tenga lugar, reconoceré que está muerto. Esto se fundamenta en todo, informes de Inteligencia llegando de todas partes", ha dicho, sin dar más detalles al respecto.
Estados Unidos ha optado este mismo jueves por dar más tiempo a Arabia Saudí para investigar la desaparición del periodista, pero ha decidido que su secretario de Comercio, Steve Mnuchin, no acudirá a una conferencia de inversión que se celebrará próximamente en el reino.
Trump se ha reunido durante algo menos de una hora con el secretario de Estado, Mike Pompeo, quien le ha informado sobre sus conversaciones de esta semana con las autoridades saudíes y turcas en relación con la desaparición de Jashogi.
Al término del encuentro, Pompeo ha dicho que dejó claro a los saudíes en su visita a Riad, durante la que se reunió con el rey Salmán y el príncipe heredero, Mohamad bin Salmán, que Estados Unidos "se toma este asunto con respecto a Jashogi muy seriamente".
"Ellos me dejaron claro que también entienden la seriedad de la desaparición de Jashogi. También me han garantizado que realizarán una investigación completa y exhaustiva de todos los hechos en torno a Jashogi y que lo harán de forma oportuna", ha añadido.
El secretario de Estado ha indicado que ha dicho a Trump que "debemos darles unos días más para completar" su investigación con el fin de tener una idea completa de lo que ocurrió para que "en ese punto podamos tomar decisiones sobre cómo, o si, Estados Unidos debería responder al incidente en torno a Jashogi".
"Creo que es importante que todos recordemos que tenemos una larga y estratégica relación, desde 1932, con el reino de Arabia Saudí", ha subrayado Pompeo.
El propio Trump manifestó el martes que "sería malo" que el rey y el príncipe heredero de Arabia Saudí tuvieran información sobre el supuesto asesinato del periodista en el interior del consulado saudí en Estambul.
RIAD SE ESTARÍA PREPARANDO PARA RECONOCER SU PAPEL
Fuentes citadas por la cadena de televisión estadounidense CNN indicaron el lunes que Riad estaría preparando un informe que reconocería que la muerte de Jashogi tuvo lugar en el interior de su consulado en Estambul durante un interrogatorio.
Una de estas fuentes señaló que este informe concluiría probablemente que la operación fue llevada a cabo sin que mediara permiso de un superior y que los responsables rendirían cuentas ante la justicia.
La situación podría tensar aún más las relaciones entre Turquía y Arabia Saudí, dañadas en 2017 cuando Ankara decidió mantenerse del lado de Qatar tras la imposición de un bloqueo a Doha por parte de varios países de la región, encabezados por Riad.
Jashogi es un antiguo editor de diarios saudíes que reside en un exilio autoimpuesto en Estados Unidos. Como periodista ha entrevistado al fallecido líder de Al Qaeda Usama bin Laden. Durante la jornada, 'The Washington Post' ha publicado una columna en blanco bajo su nombre.
Asimismo, ha escrito varias columnas criticando las políticas saudíes hacia Qatar y Canadá, así como la intervención de la guerra en Yemen y la represión contra activistas y medios de comunicación del país.