MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha afirmado este jueves que considera que el fiscal especial Robert Mueller, que se encuentra al frente de la investigación sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016, le tratará de manera imparcial, reiterando que "no hubo colusión".
En una entrevista concedida al diario estadounidense 'The New York Times', el mandatario ha señalado que la investigación "da una mala imagen del país y lo pone en una posición muy mala", al tiempo que ha resaltado que "cuanto antes se solucione, mejor para el país".
En la misma, ha repetido su argumentación de que los demócratas se inventaron las acusaciones "como un engaño, una treta, una excusa por haber perdido las elecciones (presidenciales de 2016)".
En este sentido, Trump ha sostenido que "todo el mundo sabe" que su círculo no cometió colusión con el Gobierno ruso, agregando que "las historias ciertas" son aquellas sobre demócratas que trabajaron con Moscú durante la campaña de 2016.
El mandatario ha expresado además dudas sobre cómo Mueller ha gestionado el caso de Tony Podesta, investigado por la relación de su empresa, Podesta Group, con un cliente enviado a ella en 2012 por Paul Manafort, antiguo jefe de campaña de Trump.
"¿Qué pasó con Podesta? Cerraron su empresa, cayó en desgracia, todo eso, y ahora no se oye nada", ha dicho, distanciándose además de Manafort, quien fue imputado en octubre. Así, ha señalado que Manafort trabajó más tiempo para otros candidatos y presidentes que para él.
En otro orden de cosas, Trump ha reconocido por primera vez que "ha sido blanco" con China en materia comercial, esperando que esa postura llevara a Pekín a presionar a Corea del Norte para que abandone su programa nuclear.
"El petróleo está llegando a Corea del Norte. ¡Ese no era mi acuerdo!", ha exclamado. "Si no nos ayudan con Corea del Norte, haré lo que siempre he dicho que haría", ha advertido, en referencia a posibles acciones comerciales contra China.
"Tenemos una amenaza nuclear ahí fuera, lo que no es bueno para China", ha insistido, señalando sin embargo que el presidente chino, Xi Jinping, le trató "mejor de lo que nadie ha sido tratado en la historia de China" cuando visitó el país en noviembre.
Por otra parte, ha defendido su conocimiento sobre legislación en el país, asegurando que "sabe más que nadie sobre detalles acerca de impuestos" y que tiene más conocimientos "que ningún otro presidente de Estados Unidos" acerca de "los grandes proyectos de ley" que se debaten en el Congreso.
Por último, ha asegurado que los medios de comunicación harán una cobertura más favorable de su figura debido a que se benefician del interés que genera que él ocupe la Casa Blanca.
"Otro motivo por el que voy a lograr otros cuatro años (de mandato) es porque los periódicos, la televisión y otros tipos de medios caerán si no estoy allí, porque sin mí sus índices van a caer drásticamente", ha argumentado.
"Básicamente tienen que dejarme ganar. Finalmente, probablemente seis meses antes de las elecciones, me querrán porque estarán diciendo 'Por favor, por favor, no pierdas, Trump'. De acuerdo", ha remachado.