La Casa Blanca reta a Raúl Castro a presentar un acuerdo que verdaderamente beneficie a ambos pueblos
WASHINGTON, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado este viernes desde La Pequeña Habana, en Miami, un endurecimiento de la política hacia Cuba para frenar la "opresión comunista", dando marcha atrás en el acercamiento iniciado en 2014 por la Administración de Barack Obama, que sirvió para aliviar la situación económica del pueblo cubano.
"Con efecto inmediato, cancelo la política unilateral de la Administración anterior hacia Cuba", ha dicho Trump desde el Teatro Manuel Artime, arropado por los congresistas Marco Rubio y Mario Díaz-Balart, así como por numerosos miembros de la comunidad cubanoamericana que, aunque divida, se decanta mayoritariamente por mantener la presión sobre el régimen 'castrista'.
El magnate neoyorquino ha insistido en la idea de que Obama "hizo un mal acuerdo que propagó la violencia y la inestabilidad por toda la región sin obtener nada a cambio, absolutamente nada". En este sentido, ha denunciado que "el régimen de (Raúl) Castro ha apoyado la represión en Venezuela" e incluso ha sostenido que "ha enviado armas a Corea del Norte.
"Ellos (el Gobierno cubano) pelearon por todo y nosotros simplemente no peleamos duro", ha lamentado, criticando que la información que manejaba la Administración Obama "estaba equivocada". "Pero esos días se han acabado", ha prometido provocando la algarabía de un público entregado que le ha interrumpido continuamente con aplausos y gritos de "viva Trump".
Trump ha justificado el golpe de timón por el estado de los derechos y las libertades fundamentales en Cuba que, según ha denunciado la disidencia interna en estos casi tres años, no ha hecho más que empeorar a pesar del diálogo entre Washington y La Habana porque Obama ha continuado con las concesiones a las autoridades cubanas sin tener en cuenta el aumento de la represión.
"Dejen de abusar de los disidentes, liberen a los presos políticos, ábranse a las libertades políticas y económicas", ha reclamado. "Durante casi 60 años el pueblo cubano ha sufrido por la dominación comunista (...) pero no seguiremos ciegos, sabemos lo que está pasando y recordamos lo que ha pasado (...) Y ahora que soy presidente de Estados Unidos, expondré los crímenes del régimen de Castro", ha asegurado.
VUELTA AL EMBARGO
"La nueva política reafirma el embargo" comercial, económico y financiero que Estados Unidos impuso a Cuba en la década de 1960 porque "la relajación de las restricciones ordenada por la Administración anterior no ha ayudado en nada al pueblo cubano, sino que solo ha servido para enriquecer al régimen".
En concreto, pone en el punto de mira al Grupo de Administración Empresarial (GAESA) --un conglomerado militar involucrado en todos los sectores de la economía cubana--. Ahora todas las transacciones comerciales con GAESA estarán prohibidas para las empresas estadounidenses. "No queremos que los dólares de Estados Unidos apuntalen un monopolio militar que explota y abusa de los ciudadanos de Cuba", ha explicado.
Además, recupera las prohibiciones de viaje que Obama relajó y que han llevado a cientos de miles de turistas estadounidenses a la isla caribeña en los últimos años. Solo podrán ir ciudadanos norteamericanos por motivos académicos o humanitarios, aunque podrán sacar las mismas cantidades de ron y puros autorizadas por el demócrata.
MANO TENDIDA
No obstante, la Casa Blanca ha decidido mantener el restablecimiento de las relaciones diplomáticas, que permitió abrir de nuevo las embajadas, así como los viajes de familiares y las remesas que los cubanoamericanos envían a sus parientes.
De esta forma, Trump ha dejado la puerta abierta a una posible mejora de las relaciones. "Cuando los cubanos den pasos concretos, estaremos listos y seremos capaces de volver a la mesa para negociar un acuerdo que será mucho mejor", ha afirmado. "Retamos a Cuba a venir a la mesa con un nuevo acuerdo en interés de su pueblo y el nuestro", ha recalcado.
Horas antes de que Washington diera a conocer el nuevo rumbo de su política hacia La Habana, fuentes del Gobierno de Castro consultadas por CNN afirmaron que estaba dispuesto a negociar con Trump. "Sabemos que tiene una visión distinta del mundo y lo entendemos", indicaron.
El discurso de Trump se ha seguido con mucho interés en Cuba. El diario oficial 'Granma' ha hecho un seguimiento puntual del acto en La Pequeña Habana y la cadena panamericana TeleSur --financiada por Venezuela-- lo ha emitido en directo para las televisiones cubanas, algo poco habitual.