Donald Trump
REUTERS / JONATHAN ERNST
Actualizado: jueves, 21 septiembre 2017 4:27


NUEVA YORK, 21 Sep. (Reuters/EP) -

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha expresado este miércoles su preocupación por los últimos incidentes violentos en Sudán del Sur y República Democrática del Congo (RDC), anunciando que enviará a la embajadora estadounidense ante la ONU, Nikki Haley, al continente para discutir sobre asuntos de prevención de conflictos.

Horas antes, el Departamento de Estado estadounidense condenó la muerte de 30 refugiados burundeses y un soldado durante una enfrentamiento con las fuerzas de seguridad en la localidad de Kamanyola, situada en el este de RDC.

"Pedimos al Gobierno de RDC que trabaje con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) y los 'cascos azules' para rebajar las tensiones entre los refugiados burundeses y la población de acogida", ha dicho la portavoz del Departamento, Heather Nauert.

"Las causas de la violencia debe ser determinada y los responsables deben rendir cuentas", ha recalcado, solicitando a las autoridades de RDC que "protejan a los civiles afectados por la violencia de nuevos ataques" y que "las fuerzas de seguridad no hagan un uso excesivo de la fuerza".

Aunque se desconocen las circunstancias "precisas", ACNUR ha apuntado que, durante una manifestación, los policías congoleños abrieron fuego y causaron más de 30 muertos.

Fuentes citadas por la agencia británica de noticias Reuters han explicado que los refugiados protestaban contra los planes del Gobierno de Joseph Kabila de deportarlos a Burundi.

Kamanyola acoge a más de 2.000 refugiados y solicitantes de asilo de Burundi, la mayoría llegados en 2015. En total, en República RDC viven actualmente más de 43.000 refugiados procedentes del país vecino.

Más de 400.000 refugiados han huido de Burundi desde que estalló la violencia por la decisión del presidente, Pierre Nkurunziza, de presentarse para un tercer mandato; un paso tachado de inconstitucional por los opositores.

En el caso de Sudán del Sur, el país se independizó de Sudán en 2011, pero se sumió en una guerra civil en 2013, cuando el presidente, Salva Kiir, destituyó a Riek Machar, actual líder rebelde que en aquel momento ejercía de vicepresidente en el marco de un gobierno de consenso.

Naciones Unidas ha alertado en varias ocasiones de la posibilidad de un genocidio en el país, debido al cariz étnico que parece estar tomando el conflicto.

La semana pasada, el jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas en Sudán del Sur (UNMISS), David Shearer, cifró en cerca de cuatro millones el número de personas desplazadas en el país a causa del conflicto.

Shearer afirmó que, hasta mediados de 2017, 1,9 millones de personas se han visto desplazadas internamente y otros dos millones han huido a países vecinos, agregando que 7,6 millones de personas necesitan además ayuda urgente.

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