WASHINGTON, 2 Feb. (Reuters/EP) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha advertido este jueves de que "no hay nada fuera de la mesa" en la respuesta de Estados Unidos por la prueba con misiles balísticos realizada por Irán que, según afirma la Casa Blanca, viola las resoluciones de Naciones Unidas.
Trump ha contestado así después de que los medios de comunicación le preguntaran si sopesa la opción militar. La Casa Blanca ha subrayado que esta última prueba balística de la República Islámica "no quedará sin respuesta".
El magnate neoyorquino reveló el miércoles que "Irán ha sido puesto formalmente bajo aviso por disparar un misil balístico". "¡Debería estar agradecido por el terrible acuerdo que Estados Unidos alcanzó con ellos!", escribió en Twitter.
El régimen de los ayatolás ha lamentado la reacción de las nuevas autoridades estadounidenses y ha advertido de que Trump está "prácticamente ayudando a los terroristas" con sus constantes "provocaciones".
El ministro de Defensa de Irán, Hossein Dehghan, admitió el miércoles que la nación persa ha llevado a cabo una nueva prueba con misiles balísticos, si bien sostuvo que no viola el acuerdo nuclear firmado con las seis potencias mundiales.
Fuentes del Gobierno estadounidense contaron a Fox News que Irán lanzó el pasado domingo desde una base militar ya conocida situada en Semnan, unos 225 kilómetros al este de Teherán, un misil 'Zolfaghar' de alcance medio que cubrió una distancia de casi 1.000 kilómetros antes de estallar en un simulacro fallido de reentrada del vehículo.
El ministro de Exteriores de Irán, Mohammad Javad Zarif, no confirmó ni negó estas informaciones pero subrayó que la República Islámica jamás utilizaría misiles balísticos para atacar a otro país. "Ningún misil iraní ha sido fabricado para portar cabezas nucleares", dijo el martes ante su homólogo francés, Jean Marc Ayrault.
En 2015 Irán y el Grupo 5+1 --formado por Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Rusia y China-- firmaron un acuerdo por el cual Teherán se comprometía a limitar su programa nuclear a cambio de la retirada progresiva de las sanciones internacionales.
El Consejo de Seguridad de Naciones Unidas aprobó la resolución 2231 para materializar el acuerdo, que impide a Irán "llevar a cabo cualquier actividad relacionada con misiles balísticos capaces de transportar ojivas nucleares".