MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no se ha pronunciado aún acerca del posible traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusalén, a pocas horas de la fecha límite para adoptar esta decisión.
El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, afirmó el martes que el mandatario aún no había tomado una decisión al respecto, recalcando que "cuando la tome se hará saber".
Fuentes oficiales y diplomáticas citadas por la cadena de televisión estadounidense CNN han afirmado que está previsto que Trump renueve la exención presidencial para aplazar otros seis meses la recolocación de la Embajada, sita actualmente en Tel Aviv.
Antes de abandonar el cargo, el expresidente estadounidense Barack Obama ya renovó esta exención a la decisión del Congreso en 1995 de reconocer Jerusalén como capital de Israel y trasladar allí la Embajada.
Estados Unidos no ha reconocido oficialmente Jerusalén como capital del país, a pesar de que Israel así lo reclama, debido a que el Derecho Internacional considera la ciudad dividida porque la mitad de ella está en Cisjordania y es por tanto territorio palestino ocupado militarmente por Israel.
Sin embargo, Trump defendió durante su campaña presidencial el traslado de la Embajada, consiguiendo aplausos por parte del Gobierno de Israel y duras críticas desde Palestina.
Las fuentes citadas por la CNN han afirmado que el traslado de la Embajada "es algo que el presidente (Trump) apoya". "Si firma la exención esta semana, no será indicativo de que haya cambiado de opinión, es sólo cuestión de elegir el momento oportuno".
En esta sentido, han detallado que el mandatario estadounidense cree que la paz entre israelíes y palestinos es posible, agregando que el traslado podría dañar los esfuerzos al desatar las críticas de Palestina.
El jefe del equipo negociador de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), Saeb Erekat, advirtió en enero de que el organismo retirará su reconocimiento a Israel si Estados Unidos traslada su embajada a Jerusalén.
La OLP reconoció al Estado de Israel en 1988, año en el que proclamó la independencia de Palestina y renunció al uso del terrorismo con fines políticos.
Las declaraciones de Erekat llegaron dos días después de que el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) advirtiera a Estados Unidos contra el posible traslado de su Embajada de Tel Aviv a Jerusalén, resaltando que "desataría una nueva fase de conflicto".
El Gobierno israelí tiene su sede en Jerusalén, que describe como su capital, si bien la mayoría de sus altos mandos militares tienen su despacho en Tel Aviv. El Derecho Internacional reconoce Jerusalén Este como zona ocupada, y los palestinos piden que sea aceptada como la capital de su futuro Estado.