Despejado el camino con el abandono de Cruz, el magnate necesita moderar su tono si quiere ser presidente
WASHINGTON, 4 May. (EUROPA PRESS) -
El magnate Donald Trump es desde este martes 3 de mayo candidato 'de facto' del Partido Republicano a la Casa Blanca, después de que el único de sus rivales que podía aún robarle delegados de cara a la convención de julio haya abandonado la carrera tras la derrota en las primarias en Indiana.
Pese a que eran pocos los que consideraban que este 'outsider' de la política que nunca ha ocupado ningún cargo electo en su vida tenía opciones de ser candidato, Trump ha conseguido su objetivo, aunque ahora tiene ante sí dos grandes retos: lograr el respaldo del partido al que debe representar e imponerse a su previsible rival demócrata, la ex secretaria de Estado Hillary Clinton.
Para superar ambos retos, una de las claves sin duda será la capacidad de Trump para controlar su verborrea rápida y su facilidad para hacer comentarios ofensivos hacia determinados grupos sociales como las mujeres, los hispanos o los musulmanes, uno de los principales motivos de la mala imagen que tiene entre buena parte del electorado e incluso en las filas republicanas.
El magnate tiene claro que necesita el apoyo de los principales líderes republicanos de cara a la votación del 8 de noviembre. Por eso, en su discurso el martes por la noche tras su victoria en Indiana tendió la mano. "Vamos a traer unidad al Partido Republicano", aseveró.
Por su parte, el presidente del Comité Nacional Republicano, Reince Priebus, también parece ser partidario de enterrar el hacha de guerra y de cerrar filas en torno al que previsiblemente será su candidato a la Casa Blanca.
"Todos tenemos que unirnos y centrarnos en derrotar a Hillary Clinton", escribió en su Twitter Priebus, para cerrar su mensaje con el 'hashtag' "#NeverClinton", en una aparente alusión a la campaña #NeverTrump con la que algunos conservadores han tratado de cortar el camino al magnate.
Tanto esta campaña como #StopTrump han adolecido de una falta de líder claro y de una estrategia, así como de una alternativa clara a Trump, según reconocen líderes del movimiento y republicanos familiarizados con ello a Reuters.
"Hay que tener un plan de acción para enfrentarse a él", ha reconocido el estratega republicano Doug Heye, detractor de Trump. "Y no parece que nadie lo tuviera", ha añadido.
Pese a ello, desde el comité de acción política (PAC) Nuestros Principios, detrás de #NeverTrump, parecen dispuestos a seguir trabajando contra el multimillonario. "Seguiremos educando a los votantes sobre Trump hasta que él, u otro candidato, gane el apoyo de una mayoría de delegados en la convención", aseguró en un comunicado su presidenta, Katie Packer, aunque en privado sus miembros admiten que en Indiana se jugaban el "todo o nada".
KASICH, ÚNICO RIVAL
La salida de Cruz de la contienda deja a Trump solo frente al gobernador de Ohio, John Kasich, quien se encuentra a una distancia abismal del magnate pero que por ahora no está dispuesto a tirar la toalla. Su jefe de campaña, Ben Hansen, ha enviado un correo a sus partidarios subrayando que "ahora nos corresponde a nosotros frentar a Trump y unir a nuestro partido a tiempo para derrotar a Hillary Clinton".
Por su parte, el principal estratega de la campaña de Kasich, John Weaver, ha dejado claro que el gobernador de Ohio seguirá en la pugna hasta que Trump alcance la cifra mágica de los 1.237 delegados necesarios para ser proclamado candidato en la convención en julio --las proyecciones le dan actualmente 1.047--.
"Nuestra estrategia ha sido y sigue siendo ganar la nominación en una convención abierta", ha explicado, en referencia a la posibilidad de que ninguno de los candidatos consiga la mayoría de delegados para entonces y el partido pueda elegir a una persona que no sea el candidato con más respaldos, en este caso Trump.
TERCER CANDIDATO
También hay quien aún no da por excluida la opción de un tercer candidato que entre en la pugna entre Trump y Clinton y al que los conservadores puedan respaldar. Lanhee Chen, uno de los asesores de campaña del exprecandidato Marco Rubio, ha planteado esta posibilidad tras lo ocurrido en Indiana.
"El resultado de esta noche plantea la urgencia y la seriedad de discusiones sobre una alternativa de un tercero; lo real que sea dependerá de quién dé el paso para presentarse", ha señalado en su Twitter.
Lo cierto es que parece haber poco tiempo como para poder montar una campaña capaz de ganar las elecciones de noviembre. Además, una de las bazas favoritas para ello, el exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, ya se autodescartó hace unas semanas, sin que por el momento hayan surgido otros posibles nombres dispuestos a plantar cara a Trump y Clinton en la contienda.
TRUMP VS CLINTON
Así las cosas, los estadounidenses han amanecido este jueves inmersos en campaña electoral de cara al voto del 8 de noviembre. Trump ya dejó claro este martes por la noche que la antigua primera dama es la rival a batir, descartando a Bernie Sanders en la contienda demócrata.
"Vamos a por Hillary Clinton", declaró. "Ella no será una gran presidenta, no será una buena presidenta, será una mala presidenta", sostuvo el magnate, reprochándole que "no entiende el comercio". Trump lleva semanas arremetiendo contra su previsible rival demócrata, recurriendo incluso a la baza de desacreditarla asegurando que estaba explotando su condición de mujer en la campaña.
Sin embargo, por ahora los sondeos parecen decantarse por la ex secretaria de Estado. Según una encuesta de ORC publicada este miércoles por la CNN, Clinton se alzaría con la victoria con el 54 por ciento de los votos, mientras que el republicano obtendría el 41 por ciento.
Esta ventaja es la mayor entre ambos desde julio pasado, si bien hay que tener en cuenta que el sondeo se llevó a cabo entre el 28 de abril y el 1 de mayo, es decir, antes de las primarias en Indiana de este martes.
CANDIDATO A LA VICEPRESIDENCIA
Uno de los puntos de inflexión ahora en la campaña de Trump hacia la Casa Blanca podría ser su candidato a la vicepresidencia. El magnate aún no ha anunciado quién le acompañará en la pugna, hablando de forma positiva de algunos de sus rivales en las primarias republicanas y ha apuntado a que buscará a alguien con experiencia política, ya que él es un 'novato' en la materia.
La elección del candidato a vicepresidente se antoja, pues, como un posible revulsivo a la hora de aunar al Partido Republicano detrás de su candidatura y para atraer el voto de muchos republicanos que no ven en el magnate la encarnación de las ideas y principios del partido.