NUEVA YORK, 21 Ene. (EUROPA PRESS) -
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha visitado este sábado la sede de la CIA en Langley (Virginia), para relajar los tensión con los servicios de Inteligencia después de un cruce de acusaciones sobre la presunta injerencia de Rusia en las elecciones de Estados Unidos, que Trump rechazó hasta el último momento.
Durante la visita, Trump ha subrayado su apoyo a la labor de la agencia, una postura que contrasta con las críticas por los señalamientos a la injerencia rusa en la campaña electoral estadounidense.
"Muy, muy poca gente podría hacer la labor que vosotros hacéis y quiero que sepáis que estoy con vosotros", ha afirmado Trump, unas palabras recibidas con jaleos y aplausos en Langley. En su discurso, de unos 15 minutos, no ha mencionado a Rusia en ningún momento.
De hecho, ha responsabilizado a los medios de comunicación de ese supuesto enfrentamiento con los servicios secretos y ha asegurado que los periodistas están "entre los seres humanos más deshonestos de la Tierra". Así, ha asegurado que los medios de comunicación han minimizado la asistencia a su toma de posesión de este viernes.
En cuanto a la labor concreta de la CIA, Trump ha señalado que la lucha contra el Estado Islámico será una prioridad para la agencia. "El terrorismo islámico radical" debe ser "erradicado".
El exsubdirector de la CIA Michael Morell ha destacado la importancia de la visita de Trump a la sede de la CIA, "un gesto importante y positivo". "La auténtica prueba para la relación entre el presidente y sus agencia de inteligencia más importante será lo abierto que esté ante lo que diga la CIA sobre lo que está pasando en el mundo", ha argumentado.
Anteriormente, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, ha destacado también la importancia de la visita. "Tenemos muchas ganas de agradecer su servicio a los hombres y mujeres de la comunidad de Inteligencia estadounidense", ha escrito Spicer en su cuenta de Twitter.
OFICIO INTERRELIGIOSO
Sin embargo, en su primer desplazamiento desde la Casa Blanca, la familia Trump se ha dirigido a la Catedral Nacional de Washington para un acto interreligioso con oficiantes cristianos, judíos, hindúes y musulmanes que han rezado por la nueva Administración.
El referendo Randolph Marshall Hollerith, deán de la catedral, ha defendido la necesidad de fomentar la unidad tras una dura campaña electoral que ha provocado divisiones en la sociedad estadounidense.
"Mira con compasión a toda la familia humana. Despójate de la arrogancia y el odio que ifecta nuestros corazones. Rompe los muros que nos separan. Únenos con vínculos de amor", ha pedido el religioso.