MADRID, 28 Abr. (EUROPA PRESS) -
Líderes tuareg han denunciado que varios de sus antiguos combatientes han sido detenidos esta semana en el noreste de Malí por cargos de terrorismo y ha exigido su liberación inmediata en medio de cruces de acusaciones con otras formaciones nómadas que amenazan con resquebrajar las conversaciones para reactivar un deteriorado acuerdo de paz con las autoridades del país africano.
Los antiguos rebeldes de la Coordinación de Movimientos del Azawad (CMA) denunciaron que doce de sus excombatientes fueron detenidos el 23 de abril en Chimam, en el noreste de Malí. Dos de ellos fueron puestos en libertad esa misma noche, pero otros diez siguen bajo disposición del Ejército maliense por cargos de "terrorismo", en relación a su presunta relación con organizaciones yihadistas como Estado Islámico que operan en el Sahel y, concretamente, en el norte de Malí.
El portavoz del CMA, Almou Ag Mohamed, denuncia concretamente en un comunicado publicado en su cuenta de Twitter, que los excombatientes fueron detenidos el 23 de abril en la comuna de Méneka (región septentrional de Gao) por una patrulla del Ejército maliense y de mercenarios del grupo ruso Wagner, que los detenidos estaban correctamente registrados como firmantes del acuerdo de paz de Argel de 2015 y que la patrulla ruso-maliense robó además "una gran suma de dinero" de la población civil.
"El CMA niega categóricamente cualquier vínculo de sus combatientes con terroristas y exige su liberación incondicional, junto a sus armas y el dinero robado a las pacificas poblaciones", añade el portavoz en su comunicado, donde asegura además que la coordinadora "optó en principio por una solución amistosa" que, "días después, no solo no ha arrojado noticias de los combatientes sino que el Ejército encima se jacta de haber realizado una hazaña"
"A falta de un final feliz para este asunto, el CMA hace un llamado a la mediación internacional para presenciar las posibles consecuencias que pueden derivarse de tales acciones", concluye el portavoz.
La situación se ha complicado en las últimas horas después de que otro grupo tuareg, el Grupo de Autodefensa Ighad Tuareg y Aliados (GATIA, por sus siglas en francés), en principio aliado del CMA, ha dejado entrever que Estado Islámico se habría infiltrado las filas de la coordinadora.
"Parece que hoy en día nadie puede caminar por Chimam sin ser miembro de Estado Islámico. El CMA debe explicarnos por qué está reclamando a terroristas con las manos manchadas de sangre", ha hecho saber en la misma red social.
La emisora internacional francesa RFI ha intentado ponerse en contacto con el Ejército maliense, sin éxito.
Con el Acuerdo de Argel de 2015 firmado entre el Gobierno y los grupos separatistas tuareg, estos pasaron a formar parte de las Fuerzas Armadas, se selló un alto el fuego y se propuso dotar de más competencias a la parte septentrional de Malí, así como la creación de una fuerza de seguridad regional y un plan de desarrollo, amenazado por la falta de avances y los ataques yihadistas.