MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -
Túnez ha deportado a más de 1.200 migrantes subsaharianos que se encontraban en la ciudad portuaria de Sfax desde que comenzó la celebración de Eid al Adha, el pasado martes.
Moez Barakalá, legislador de Sfax, ha indicado este miércoles que las autoridades han enviado a los migrantes a zonas próximas a las fronteras con Libia y Argelia, según declaraciones recogidas por la agencia de noticias TAP.
"Se han organizado cuatro viajes por día, cada uno de los cuales incluye 50 migrantes irregulares, desde la ciudad de Sfax. Se espera que a finales de la semana, entre 3.000 y 4.000 migrantes sean deportados si se disponen de medios de transporte", ha explicado Barakalá.
El portavoz de la organización no gubernamental Foro tunecino por los derechos sociales y económicos (FTDES), Romdhane ben Amor, ha denunciado que un gran número de autobuses transportan a los migrantes hacia la frontera "a temperaturas de hasta 50 grados, en malas condiciones, sin ninguna ayuda y sin proporcionar ningún tipo de recurso".
Ben Amor ha indicado que, de acuerdo con varias fuentes conocidas, se ha confirmado la desaparición de un grupo de 28 personas. Además, ha enumerado una serie de "graves violaciones de Derechos Humanos, como deportación ilegal y arbitraria a la frontera bajo amenaza, destrucción de teléfonos, falta de asistencia médica y maternidad, abuso y violencia".
"Hasta ahora, no se ha publicado ninguna declaración oficial de las autoridades sobre el destino de miles de extranjeros que se encuentran en esta situación", ha señalado el portavoz de FTDES, que ha reiterado que estas acciones constituyen una "clara" violación de las disposiciones del Tratado sobre el Estatuto de Refugiados.
Asimismo, ha criticado que esta situación --en la que se han vivido enfrentamientos violentos entre residentes y migrantes-- ha sido utilizada por las autoridades tunecinas "como un medio para llevar a cabo una campaña de arrestos sucesivos en los últimos días", así como deportaciones forzadas e ilegales con el objetivo de "purificar" la ciudad de cualquier persona de los países del desierto del sur de África.
El portavoz de dicha organización ha lamentado que esta situación esté teniendo lugar al tiempo que la Unión Europea y Túnez negocian para establecer una asociación que incluya medidas de asistencia financiera para impulsar la cooperación migratoria mediante la reintegración de los migrantes.
"El extremo de las políticas racistas de la UE es crear un ambiente de persecución para los migrantes en los puntos críticos de las operaciones de salida. El racismo y el discurso de odio contra los migrantes son parte de las estrategias para controlar el flujo. Europa no sólo se basa en militares y equipos costeros para evitar la salida, sino en armar el entorno de salida con discursos de odio y hacer que sirva a sus agendas", ha zanjado.
El presidente de Túnez, Kais Saied, pidió este martes restaurar la seguridad en Sfax, uno de los principales puntos de partida de migrantes hacia Europa, debido a las tensiones que se han creado entre grupos de migrantes y vecinos de la ciudad, que se ha saldado con víctimas en ambos lados.
En una reunión con el ministro de Interior, Kamel Feki, Saied ha insistido en que Túnez "nunca será guardia de fronteras" de otros países, que ejercerá como zona de tránsito o de residencia para solicitantes de asilo y que rechazará a los migrantes ilegales, según recogió el portal Tunisie Numerique.
Cabe recordar que numerosas ONG han acusado al mandatario de alentar una campaña de violencia xenófoba contra los migrantes subsaharianos que usan al país como trampolín para alcanzar Europa. Y es que Túnez se ha convertido durante los últimos años en uno de los principales puntos de partida de embarcaciones con la que migrantes del país y llegados de África subsahariana intentan realizar la travesía a través del mar Mediterráneo para llegar a Europa.
Además, la ciudad de Sfax ha sido escenario de numerosos naufragios de embarcaciones con migrantes que se dirigían a las costas de Europa. A principios de abril, la Guardia Costera tunecina informó de que ya son más de 14.000 los migrantes detenidos cuando trataban de llegar a Europa desde el inicio del año.