Túnez ordena congelar las cuentas bancarias del líder de Ennahda y el exprimer ministro Hamadi Yebali

MADRID, 6 Jul. (EUROPA PRESS) -

Un tribunal de Túnez ha ordenado la congelación de las cuentas bancarias de diez personas, entre ellas el líder del partido islamista Ennahda, Rachid Ghanuchi, y el exprimer ministro Hamadi Yebali.

Según las informaciones recogidas por la emisora tunecina Mosaique FM, la orden ha sido emitida en relación con una investigación por presunta corrupción en torno a la organización caritativa Nama Tunes.

Entre los afectados figuran Ghanuchi, quien era presidente del Parlamento disuelto recientemente por el presidente del país, Kais Saied, así como varios familiares del líder de Ennahda y Yebali. El exprimer ministro fue liberado a finales de junio tras varios días detenido por un presunto blanqueo de capitales.

La Fiscalía tunecina anunció el 27 de junio la apertura de una investigación tras las pesquisas de la brigada antiterrorista en relación con la citada organización por presunto blanqueo de dinero y financiación de grupos terroristas.

Asimismo, fuentes citadas por Mosaique FM han resaltado que Ghanuchi ha sido citado a declarar como acusado el 19 de julio, mientras que Ennahda ha negado cualquier implicación de su líder en un caso de corrupción vinculado a Nama Tunes.

Ennahda ha manifestado que las autoridades buscan denigrar a Ghanuchi a pocas semanas de la celebración del referéndum sobre el proyecto de Constitución defendido por Saied, que ha sido objeto de numerosas críticas por parte de la oposición durante los últimos meses.

En este sentido, ha subrayado que Ghanuchi ya ha declarado su patrimonio y que todas sus transacciones bancarias son legales, antes de incidir en que no mantiene lazos financieros con ninguno de los sospechosos.

Por último, ha denunciado una "instrumentalización" del aparato judicial por parte de las autoridades, en medio del aumento de las críticas contra Saied por sus presuntos intentos de influir sobre el sistema de justicia del país africano.

El presidente tunecino se arrogó todas las competencias en julio de 2021 tras disolver el Gobierno y suspender el Parlamento --posteriormente disuelto--, lo que ha llevado a la oposición a denunciar una deriva totalitaria.