TÚNEZ/ARGEL, 7 Feb. (Reuters/EP) -
La muerte de un destacado miliciano argelino a manos de las fuerzas especiales de Túnez ha desatado los temores a que Al Qaeda esté intentando reagruparse en este último país aprovechando las derrotas infligidas contra Estado Islámico, según fuentes de los servicios de seguridad.
En enero, las fuerzas tunecinas abatieron a Bilel Kobi, considerado un lugarteniente de Abdelmalek Droukdel, más conocido como Abu Musab Abdul Wadud y líder de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI). El incidente tuvo lugar en la zona montañosa que separa Argelia de Túnez.
Un alto mando de la seguridad tunecina ha asegurado que Kobi aparentemente estaba inmerso en una misión para reunir a diversas escisiones de Al Qaeda, lo que ha llevado al Ejército a elevar la alerta ante el temor de que más milicianos puedan intentar entrar en el país.
AQMI fue durante años la fuerza yihadista por excelencia en el Norte de África y perpetró importantes ataques, pero en 2013 sufrió una fractura interna que llevó a muchos de sus miembros a unirse a las filas de Estado Islámico, una organización entonces en alza en Irak, Siria y Libia. Estado Islámico también logró sacar partido de la desafección de muchos jóvenes tunecinos para sumar a más milicianos a sus filas.
Sin embargo, a medida que el grupo liderado por Abu Bakr al Baghdadi ha ido sufriendo derrotas en distintos frentes, Al Qaeda habría intentado volver a ocupar el espacio perdido, según dos fuentes de seguridad tunecinas consultadas por la agencia de noticias Reuters.
"Al Qaeda quiere aprovechar una caída reciente de Estado Islámico para reorganizarse y volver a emerger, por lo que busca una nueva estructura principalmente en Argelia, Libia y Túnez nombrando a nuevos líderes locales", ha explicado una de esas fuentes.
Kobi, de hecho, no habría sido el único alto mando enviado a Túnez para volver a levantar la organización, ya que también se sospecha de otro miliciano, Hamza al Nimr, un argelino que se unió a Al Qaeda en 2003 y que murió abatido en la misma operación que su compañero. Al Nimr estaría llamado a ser el líder de una célula en territorio tunecino.
EL PESO DE AL QAEDA
AQMI, a pesar de las bajas, ha seguido activa durante estos últimos años en la región del Sahel, centrando sus actividades principalmente en Malí. La filial tunecina, Okba Ibn Nafaa, está dividida en cuatro subgrupos cuyas bases están en las remotas regiones montañosas de Kasserine y Kef.
La labor de Kobi habría sido volver a juntar a estas facciones, que suman cada una "hasta 20 terroristas", según una de las fuentes.