BRUSELAS 10 Ago. (Reuters/EP) -
La Unión Europea y la OTAN continúan siendo aliados clave para Turquía a pesar de su acercamiento con Rusia, según ha declarado el embajador europeo de Turquía, Selim Yenel, tras las declaraciones del Gobierno turco de que están "sopesando otras opciones" en materia de defensa al no recibir el apoyo esperado por parte de sus aliados occidentales después del fallido golpe de Estado.
El portavoz presidencial del Gobierno truco, Obrahim Kalin, ha explicado este miércoles en declaraciones a los medios de comunicación, que los países occidentales han mostrado más preocupación por la purga que ha provocado la detención de decenas de miles de personas que por la asonada militar en sí misma.
Además, ha aprovechado para reiterar las quejas de Turquía a la Unión Europea porque aún no ha eliminado los visados para la entrada de ciudadanos turcos en territorio comunitario, uno de los requisitos en los que se basa el acuerdo migratorio entre Ankara y Bruselas.
Sin embargo, Yenel ha asegurado que "nada ha cambiado" en las relaciones de Turquía con sus aliados occidentales, en un intento de acabar con los rumores de que la reunión entre el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan y su homólogo ruso, Vladimir Putin, podría ser una señal de que las inclinaciones internacionales de Turquía han cambiado.
Erdogan se reunió con Putin este martes cerca de San Petesburgo, lo que supuso el primer viaje al extranjero que ha realizado el líder turco desde que tuvo lugar el golpe de Estado del 15 de julio y la consecuente purga de militares y funcionarios que se produjo después, que ha provocado ciertas tensiones en sus relaciones con Occidente.
El ministro de Exteriores de Alemania, Frank-Walter Steinmeier, ya expresó su preocupación por el acercamiento entre Rusia y Turquía, cuyos presidentes han acordado devolver la relación bilateral "al nivel anterior a la crisis" generada por el derribo de un caza ruso a mano de las fuerzas turcas el año pasado.
La OTAN, no obstante, ha descartado este miércoles la salida de Turquía de la organización internacional y ha subrayado que la permanencia de Ankara "no está en cuestión", al tiempo que ha valorado que se trata de un "aliado valorado" que proporciona "contribuciones sustanciales a los esfuerzos conjuntos".
TEMOR POR EL ACUERDO DE MIGRACIÓN
Yenel ha intentado tranquilizar a sus aliados europeos sobre el acuerdo en relación a los refugiados sirios en Turquía al que se llegó el pasado marzo, y que detuvo el flujo de inmigrantes a través de la frontera turca hacia Europa. El Gobierno turco ya advirtió a las autoridades europeas de que el acuerdo podría colapsar, a no ser que permitiesen a los ciudadanos turcos viajar a Europa sin necesidad de visados.
Bruselas, por su parte, ha exigido a cambio a Ankara que suavice su ley antiterrorista, que tras el golpe de Estado ha permitido que miles de funcionarios, militares y civiles hayan sido detenidos acusados de participar en la conspiración. Erdogan ha llegado a pedir la restauración de la pena de muerte para luchar contra los golpistas.
Yenel ha utilizado un tono mucho más conciliador, y ha alegado que la restauración de la pena de muerte es "sólo un debate" incitado por la indignación pública tras el golpe. "La Unión Europea está dando por hecho el resultado cuando a día de hoy sólo estamos discutiendo esa posibilidad", ha explicado.