ESTAMBUL, 25 Feb. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Turquía ha subrayado que el alto el fuego que teóricamente entrará en vigor en Siria el próximo sábado no le impide responder en caso de que exista amenaza para la seguridad nacional, en un mensaje dirigido a Estado Islámico y, especialmente, a las Unidades de Protección Popular (YPG) kurdas.
El acuerdo de tregua contempla el cese de los bombardeos contra todos los grupos, salvo aquellos que sean considerados organizaciones terroristas por el Consejo de Seguridad de la ONU. Las autoridades turcas, en contra del criterio de países como Estados Unidos, han insistido en que las YPG deben ser englobadas en dicha lista.
El primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, ha recalcado este miércoles que su Gobierno no está "obligado" a respetar la tregua "si hay una situación que amenaza a la seguridad de Turquía". "Tomaremos todas las medidas que sean necesarias tanto contra las YPG como contra DAESH si así lo consideramos", ha asegurado en unas declaraciones difundidas por los medios locales.
En este sentido, Davutoglu ha apuntado que "Ankara es el único lugar que decide las acciones relativas a la seguridad de Turquía".
A las advertencias del primer ministro se han sumado también las del responsable de Exteriores, Mevlut Cavusoglu, que ha vuelto a cuestionar el trasfondo de las YPG y de su brazo político (PYD). Para Cavusoglu, estas facciones kurdas, "al igual que Estado Islámico", quieren "dividir Siria para tener su propia administración".
"Como el grupo de apoyo internacional, el objetivo (de Turquía) no es dividir el territorio sirio, sino proteger su integridad territorial", ha indicado el jefe de la diplomacia turca.