El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan
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Actualizado: viernes, 30 septiembre 2016 13:28

ESTAMBUL 30 Sep. (Reuters/EP) -

Las autoridades de Turquía han ordenado este viernes el cierre de 20 canales de radio y televisión, incluida una que emitía únicamente programación infantil en kurdo, por estar presuntamente difundiendo "propaganda terrorista".

La comunidad internacional ha mostrado su temor ante la posibilidad de que el estado de emergencia decretado en el país tras el intento de golpe de Estado en julio pueda ser utilizado para reprimir a los medios de comunicación turcos.

El presidente del país, Recep Tayyip Erdogan, ha indicado que la situación de emergencia podría extenderse hasta el próximo año en aras de eliminar cualquier posible amenaza existente en relación con el influyente clérigo Fetulá Gulen, al que el Gobierno acusa de haber orquestado la intentona golpista.

Los canales que pasarán a estar cerrados son en su mayoría propiedad de ciudadanos kurdos o pertenecientes a la minoría religiosa aleví, según ha informado el editor de noticias de la cadena turca IMC TV Hamza Aktan.

"Esto no tiene nada que ver con el intento de golpe de Estado. Es simplemente una forma de silenciar a los últimos medios independientes que quedan cubriendo asuntos kurdos y violaciones de Derechos Humanos cometidas por el Gobierno", ha señalado Aktan.

La cadena IMC ha publicado informes sobre los catorce meses de operaciones llevadas a cabo por el Ejército contra el Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que buscan la independencia de las zonas kurdas en el sureste del país.

"El Gobierno tiene como objetivo una amplia franja de expresiones políticas y culturales", ha indicado Robert Mahoney, del Comité para la Protección de los Periodistas. "Las autoridades ven un programa para niños como una amenaza nacional. Esto supone un claro abuso de los poderes que otorga el estado de emergencia", ha añadido.

EL PODER DE ERDOGAN

Después de la intentona golpista, unas 100.000 personas, entre ellos militares, policías y jueces, han sido suspendidos, y unas 32.000 han resultado detenidas por estar presuntamente relacionadas con los golpistas.

Ankara ha exigido en reiteradas ocasiones a Washington que extradite al líder religioso que, según el Gobierno turco, lideró el intento de sublevación. Gulen, que vive desde 1999 en Pensilvania, Estados Unidos, ha negado cualquier tipo de relación con lo sucedido.

Erdogan ha destacado en reiteradas ocasiones que la situación de emergencia en el país permite a las autoridades eliminar a los golpistas y limpiar las instituciones. La Policía, por su parte, ha detenido hasta la fecha a decenas de periodistas.

IMC, que fue fundada en 2011, ya se ha enfrentado en otras ocasiones a este tipo de medidas. En febrero, la señal de satélite de la cadena fue interrumpida en el marco de una investigación llevada a cabo por la Fiscalía para discernir si la empresa apoyaba o no al PKK.

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