MADRID, 22 Ene. (EUROPA PRESS) -
El Ejército de Turquía ha cifrado este jueves en 610 los miembros del Partido de Trabajadores del Kurdistán (PKK) muertos desde el inicio de la ofensiva contra el grupo a mediados de diciembre.
En su comunicado, ha detallado que un total de 364 integrantes de la guerrilla han muerto en enfrentamientos en la localidad de Cizre, situada en la provincia de Sirnak (sureste), según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
Asimismo, ha agregado que otros 140 miembros del PKK han muerto en la ciudad de Silopi, en la provincia de Sirnak, otra de las más afectadas por las operaciones de las fuerzas de seguridad.
El balance ha sido publicado apenas un día después de que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, prometiera que el Gobierno no mantendrá contactos con el PKK para intentar alcanzar un acuerdo de paz, recalcando que la política será "liquidar" el grupo.
Asimismo, el viceprimer ministro, Yalçin Akdogan, rechazó el miércoles que el Gobierno esté participando en conversaciones secretas con el líder del PKK, Abdulá Ocalan, quien se encuentra encarcelado en la isla de Imrali.
Por su parte, la organización no gubernamental Amnistía Internacional (AI) ha subrayado este mismo jueves que las operaciones de las fuerzas de seguridad turcas en el sureste del país "equivalen a un castigo colectivo".
En su comunicado, la ONG ha recordado que las operaciones incluyen toques de queda de 24 horas y cortes en los suministros, poniendo en peligro la vida de alrededor de 200.000 personas.
Según sus investigaciones en lugares sometidos al toque de queda y las informaciones de residentes de zonas inaccesibles a observadores, las "medidas duras y arbitrarias" de las autoridades han provocado "dificultades extremas" en estos lugares.
En julio se rompió el alto el fuego pactado por el PKK y Turquía en el marco de unas negociaciones de paz que pretendían cerrar un conflicto que se ha cobrado más de 40.000 vidas desde que estalló, en 1984. El alto el fuego estuvo en vigor dos años.
Unos 200 militares y policías han muerto desde el pasado 15 de diciembre, cuando las fuerzas turcas iniciaron su ofensiva contra el PKK, en medio de un nuevo alto el fuego unilateral de la guerrilla con motivo de las elecciones.