ANKARA, 20 Jul. (Reuters/EP) -
El portavoz del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, ha arremetido este jueves contra Alemania después de que Berlín haya amenazado con poner fin a las garantías para la inversión empresarial, sosteniendo que Ankara no puede aceptar tal postura, en medio de la creciente crisis entre los dos países miembros de la OTAN.
"No nos es posible aceptar declaraciones que buscan empañar el entorno económico en base a motivaciones políticas", ha declarado el portavoz, Ibrahim Kalin, a la prensa en Ankara. "Esperamos que den marcha atrás a esto", ha añadido.
La última disputa entre Turquía y Alemania, cuya relación se ha tensado en el último año, ha venido motivada por el arresto la semana pasada en Estambul de seis activistas de Derechos Humanos, entre ellos un ciudadano alemán.
El ministro de Exteriores alemán, Sigmar Gabriel, ha endurecido este jueves el tono hacia Turquía y ha prometido que las últimas acciones del Gobierno turco tendrán "consecuencias", además de advertir a los ciudadanos del riesgo de ser detenidos si viajan a Turquía.
La decisión se produce como reacción a la detención del activista alemán de Derechos Humanos Peter Steudtner en Estambul y de otras cinco personas, entre ellas la directora de Amnistía Internacional en Turquía, Idil Eser.
"Steudtner no era un experto en Turquía, nunca escribió sobre Turquía, no tenía contactos con la plana política... y nunca compareció como una voz crítica", ha defendido, subrayando que esto significa que cualquiera que viaje a Turquía podría correr la misma suerte, informa DPA.
En rueda de prensa, Gabriel ha explicado que Alemania hablará con sus socios en la UE sobre las aspiraciones de Turquía de entrar en el bloque y dejará claro que Berlín no puede seguir garantizando la inversión de empresas germanas en el país.
"No veo cómo podemos seguir garantizando las inversiones de las empresas en Turquía", ha señalado en relación a la decisión del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, de crear una lista negra de decenas de empresas alemanas sospechosas de apoyar el terrorismo.
De acuerdo con el semanario 'Die Zeit', en esta lista se encuentran 68 empresas y personas entre las que se figuran Daimler y BASF. Estas compañías están acusadas de tener relaciones con el movimiento del clérigo Fethulá Gulen, autoexiliado en Estados Unidos y a quien Ankara acusa de estar detrás del intento de golpe de Estado en julio de 2016.
"Necesitamos que nuestras políticas hacia Turquía vayan en una nueva dirección (...) no podemos seguir como hemos hecho hasta ahora", ha sostenido, según informa Reuters. "Tenemos que ser más claros de lo que lo hemos sido hasta ahora para que los responsables en Ankara entiendan que tales políticas tienen consecuencias", ha afirmado el ministro.