DOHA/DUBAI 27 Jul. (Reuters/EP) -
El Gobierno de Turquía ha creado una base secreta junto a la frontera con Siria, con la colaboración de Arabia Saudí y Qatar, para controlar las operaciones militares y de comunicación que se desarrollan en Siria y poder ayudar así a las fuerzas rebeldes, según han informado este viernes diversas fuentes de países del golfo Pérsico.
Este acuartelamiento encubierto da muestra del interés de algunos países de Oriente Próximo por derrocar al presidente sirio, Bashar al Assad, después de que los países occidentales liderasen en 2011 el bombardeo sobre las tropas del líder libio, Muamar Gadafi, para expulsarle del poder.
"Son los turcos los que la están controlando militarmente. Turquía es el principal intermediario. Piensa en un triángulo con Turquía en lo más alto y Arabia Saudí y Qatar abajo", ha indicado una fuente en Doha. "Los estadounidenses no están involucrados en el asunto. La Inteligencia norteamericana está actuando a través de intermediarios, que están controlando el acceso a las armas y rutas", ha indicado.
La base está situada en Adana, una localidad situada a unos 100 kilómetros de la frontera con Siria, y fue creada después de que el viceministro de Exteriores saudí, Abdulaziz bin Abdulá al Saud, visitase Turquía y pidiese que se creasen estas instalaciones. Los turcos pensaron que era una buena idea tener una base desde la que controlar todo, ha indicado la fuente.
En Adana está situada la base militar de Incirlik, que da cobijo a tropas turcas y estadounidenses y que Washington ha utilizado en otras ocasiones para operaciones de reconocimiento. No está claro si Ankara está aprovechando esta base para sus operaciones de vigilancia de Siria.
La fuente de Doha ha señalado que Qatar también está plenamente involucrado en la financiación de la base, además de entrenar a los rebeldes y proporcionar información conseguida por su Inteligencia.
ARMAS RUSAS
La persona contactada por Reuters ha explicado que las armas son rusas, ya que Ankara ha dicho que no proporciona armas y después de que Washington se negase a entregar armamento letal. "Todas las armas son del mercado negro. La otra forma de la que los rebeldes las consiguen es robándolas del Ejército sirio, asaltan tiendas de armas", ha señalado. Qatar y Arabia Saudí si han señalado que suministran armas a los grupos antigubernamentales.
La fuente ha señalado que, tras varias peticiones a Estados Unidos de que le proporcione aviones no tripulados, Ankara ha decidido contratar a empresas privadas para tener una posición de fuerza en el conflicto sirio.
Turquía ha jugado en las últimas semanas un papel creciente en Siria, incluso han aparecido informaciones de que Ankara podría estar detrás del ataque con bomba contra la cúpula militar siria del pasado 18 de julio. Sin embargo, el Gobierno turco ha negado cualquier apoyo a este tipo de acciones.
Un alto mando en la reserva de un Ejército de la región ha indicado que al menos 20 generales sirios que han desertado se encuentran en Turquía coordinando a las fuerzas rebeldes. Las autoridades israelíes han indicado que al menos 20.000 soldados sirios han desertado.
POCAS POSIBILIDADES DE QUE "ACABE BIEN"
Fuentes diplomáticas de la región han explicado que Estados Unidos, Israel, Francia y Reino Unido --acostumbrados a jugar un papel importante en Oriente Próximo-- han decidido no involucrarse directamente en Siria ya que hay pocas posibilidades de que "acabe bien".
"Existe un consenso de que tu imagen quedará marcada tanto como si lo haces como sino. El riesgo de verse identificado con una de las partes es demasiado grande", ha señalado. Mientras algunos políticos estadounidenses han sugerido que deberían entregar armas a los rebeldes, varias fuentes han indicado que Washington teme que acaben en manos de islamistas que puedan utilizarlas posteriormente contra objetivos occidentales.
La Inteligencia norteamericana e israelí temen además que la red terrorista Al Qaeda pueda hacer con las armas químicas del régimen de Al Assad. Sima Shine, exanalista del Mossad, ha señalado que la comunidad internacional tiene "pesadillas" con esta posibilidad. "Junto a sus aliados, Israel se está tomando esto muy en serio. Después de todo, estamos aquí al lado", ha señalado.
La exanalista ha indicado que si se marcha Al Assad y se establece la anarquía en Siria, el partido-milicia de Hezbolá -- situado en el sur de Líbano-- podría hacerse con estas armas químicas. "Otra posibilidad es que Al Assad, sabiendo que tiene un pie fuera, autorizara la entrega a Hezbolá, como muestra al mundo del precio que podrían pagar con su salida", ha añadido.
Sin embargo, fuentes británica y norteamericanas ven pocas posibilidades de que el presidente sirio caiga pronto y solo esperan el recrudecimiento de los combates.