ANKARA 18 Nov. (Reuters/EP) -
Turquía y Grecia tienen una gran oportunidad para terminar con la división de Chipre, según ha afirmado este miércoles el primer ministro turco, Ahmet Davutoglu, añadiendo que cree que Atenas aumentará el apoyo para que Ankara se una a la UE.
"Hay una oportunidad justo ahora sobre el asunto de Chipre. Las negociaciones están en proceso. Tenemos un enfoque común con Grecia para contribuir positivamente en las conversaciones", ha asegurado Davutoglu en una rueda de prensa conjunta con el primer ministro griego, Alexis Tsipras, que está de visita en Turquía.
Por otra parte, la ministra de Exteriores turcochipriota, Emine Colak, ha subrayado que Chipre está más cerca que nunca de su unificación. "Somos cautelosamente optimistas. Creo que estamos más cerca que nunca", ha afirmado Colak. "No pensamos que el problema de Chipre sea fácil, no lo es, pero creemos que hay una oportunidad", ha añadido.
Además, Colak ha adelantado que es probable que se lleve a cabo un referéndum a principios de 2016, ya que no ve "ninguna razón para que no sea así". Por ello, consideraría "algo bueno" que se pospusieran las elecciones gregochipriotas previstas para mayo de 2016 con el fin de facilitar el proceso de negociación. "Es posible y conveniente que para mayo de 2016 se hayan logrado al menos la mayor parte de las negociaciones y que se acuerde el texto" propuesto por Turquía, ha destacado Colak.
CUARENTA AÑOS DE DIVISIÓN
Chipre ha estado dividida en dos líneas étnicas desde que una invasión turca en 1974 provocó un breve golpe de Estado de influencia griega. La UE considera que el Gobierno grecochipriota en Nicosia representa la totalidad de la isla, mientras que Ankara reconoce la escisión de una Administración turcochipriota en el norte de la misma.
La división de Chipre despierta continuamente las tensiones entre Grecia y Turquía y supone un obstáculo para la ambición de unirse a la UE que Ankara lleva décadas persiguiendo.
El conflicto ha sido un elemento permanente en las agendas del Consejo de Seguridad de la ONU durante casi medio siglo. El país alberga una de las fuerzas de mantenimiento de la paz más antiguas del mundo, la cual controla la línea de alto el fuego de 180 kilómetros que divide la isla.