MADRID 8 Nov. (EUROPA PRESS) -
El Gobierno de Turquía ha rechazado este lunes las críticas vertidas por el ministro de Exteriores de Luxemburgo, Jean Asselborn, quien ha comparado la campaña de represión en el país con los métodos de la Alemania Nazi.
"Condenamos las palabras del ministro de Exteriores de Luxemburgo, que es uno de los países que apoya el terrorismo en Europa", ha dicho el portavoz de la Cancillería turca, Huseyin Muftuglu, según ha informado la agencia estatal turca de noticias, Anatolia.
"Estas desafortunadas declaraciones demuestran que el ministro de Exteriores de Luxemburgo, con un papel controvertido sobre su participación en la lucha contra el terrorismo global, no es capaz de valorar la escala y carácter de la amenaza terrorista a la que hace frente Turquía", ha remachado.
Horas antes, Asselborn señaló que el Gobierno turco está abusando de los miles de funcionarios públicos y periodistas detenidos, suspendidos o despedidos desde el intento de golpe de Estado del 15 de julio.
Así, recordó que a estas personas se les ha retirado sus títulos universitarios, lo que les hace virtualmente imposible encontrar un trabajo. "Hay que decirlo sin rodeos. Estos métodos fueron los mismos utilizados durante la época nazi y eso es algo muy, muy malo", apuntó Asselborn.
El ministro propuso además imponer sanciones económicas al país desde la Unión Europea (UE), ya que el 50 por ciento de las exportaciones turcas y el 60 por ciento de sus inversores proceden del bloque económico europeo.
"En algún momento no nos quedará otra que imponerles sanciones para luchar contra la horrible situación de abusos contra los Derechos Humanos", remachó.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, asegura que todas estas personas han participado o apoyado implícitamente la asonada militar. La inmensa mayoría de ellas pertenecen al movimiento Hizmet, liderado por el clérigo Fetulá Gulen.
El propio Erdogan declaró el domingo que no le importa en absoluto que Europa le considere un dictador, y acusó a la UE de apoyar al terrorismo y al Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
Turquía ha amenazado en varias ocasiones con cancelar el acuerdo que mantiene con la UE en materia de refugiados. El acuerdo impide que los más de tres millones de refugiados procedentes de Oriente Próximo que se encuentran en Turquía crucen la frontera y entren en Europa. A cambio, la UE ha prometido que acelerará el proceso para que se convierta en país miembro.