Pancarta del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, en Estambul
ALKIS KONSTANTINIDIS/REUTERS
Actualizado: martes, 23 agosto 2016 12:42

El Gobierno turco suspende la Convención Europea de DDHH, pero alega que su único objetivo es evitar un segundo golpe

ESTAMBUL, 21 Jul. (Reuters/EP) -

El Gobierno turco ha iniciado una campaña para prometer tanto a sus ciudadanos como a la comunidad internacional que el estado de emergencia que ha entrado en vigor este jueves, el primero desde la década de los ochenta, no significará la vuelta a una represión masiva que muchos dan ya por superada.

El presidente, Recep Tayyip Erdogan, ha explicado que el estado de emergencia durará al menos tres meses y permitirá al Gobierno responder con agilidad y contundencia a quienes lanzaron un fallido golpe de Estado. Alrededor de 60.000 de personas han sido detenidas o cesadas por su supuesta vinculación en esta asonada.

El ministro de Justicia, Bekir Bozdag, ha argumentado ante el Parlamento que el objetivo del estado de emergencia es únicamente evitar un segundo golpe militar y ha asegurado que los ciudadanos de a pie no notarán ningún cambio en sus vidas, al igual que tampoco se verían afectadas la economía o las inversiones.

El viceprimer ministro Mehmet Simsek ha aparecido en televisión y escrito en Twitter para aclarar que "el estado de emergencia no incluirá restricciones de movimiento, reunión y libertad de prensa", entre otros derechos". "No es la ley marcial", ha subrayado, en alusión a una medida que trae recuerdos de persecución y abusos a parte de la sociedad turca.

Simsek, con experiencia en Wall Street, espera que Turquía se convierta ahora en "una democracia mucho más fuerte" y logre fortalecer su "economía de mercado" y el "clima inversor".

El también viceprimer ministro Numan Kurtulmus ha confirmado en declaraciones a la cadena NTV que la declaración formal del estado de emergencia conlleva también la suspensión temporal de la Convención Europea de Derechos Humanos, tal como hizo Francia tras decretar una medida similar tras los atentados de noviembre en París.

Kurtulmus, no obstante, ha señalado que la situación podría volver a la normalidad en un mes o mes y medio, menos de lo vaticinado por Erdogan.

DUDAS

El alegato del Gobierno turco, sin embargo, no convence a todos y ya ha generado no pocas dudas entre la comunidad internacional. El Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, ha expresado su "seria alarma" por la purga masiva de funcionarios públicos y ha reclamado una investigación independiente.

Un diputado del Partido Republicano del Pueblo (CHP), Sezgin Tanrikulu, ha advertido de una mayor deriva autoritaria por parte de Erdogan: "Una vez que obtienes este mandato, creas una forma de legislar que allana el camino para los abusos".

En este sentido, ha recordado que tanto el Parlamento en su conjunto como los partidos de la oposición han repudiado públicamente el intento de golpe de Estado, por lo que el Gobierno podría haber optado por "métodos más contenidos" para hacer frente a la supuesta conspiración.

El Gobierno de Austria ha convocado este viernes al embajador de Turquía para pedirle explicaciones por las últimas medidas políticas adoptadas en su país, ha confirmado el ministro de Exteriores austriaco, en declaraciones a al emisora ORF.

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