WASHINGTON, 30 Ago. (Reuters/EP) -
Turquía y el Consejo Militar de Jarablús, un grupo armado kurdo aliado con las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), han acordado una tregua en los combates que han protagonizado durante la última semana en el norte de Siria, según han informado este martes fuentes kurdas y del FDS.
Sharfan Darwish, portavoz del Consejo Militar de Manbij, otro grupo kurdo integrado en las FDS, ha explicado que el alto el fuego está en vigor desde la medianoche del lunes y que, de momento, se ha respetado por ambas partes.
En un comunicado, el Consejo Militar de Jarablús ha anunciado un alto el fuego temporal "bajo la supervisión de la coalición internacional liderada por Estados Unidos" para proteger a la población local "del flagelo de la guerra".
El Consejo Militar de Jarablús ha indicado que el objetivo de las partes es convertir esta tregua temporal en una permanente, pero su portavoz Alí Hajjo ha dicho en una entrevista concedida a Ronahi TV que esperan recuperar el territorio conquistado por Turquía y sus aliados. "No nos quedaremos con las manos atadas", ha dicho.
Estados Unidos, principal aliado de las FDS, ha dado la bienvenida a la "calma" entre Turquía "y otras fuerzas que luchan contra el Estado Islámico en Siria", de acuerdo con el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. "Alentamos estos movimientos como una forma de prevenir mayores hostilidades y pérdida de vidas", ha dicho.
Por su parte, un comandante de uno de los grupos rebeldes sirios apoyados por Turquía que se ha enfrentado con las FDS en los alrededores de Jarablús ha sostenido que no hay ninguna tregua. "Ha habido una pausa", ha dicho, anticipando la pronta reanudación de los combates.
En la misma línea, fuentes militares turcas han afirmado que no se ha pactado ninguna tregua con los kurdos en Siria. El Ministerio de Defensa incluso ha emitido un comunicado para aclarar que la ofensiva en suelo sirio continuará hasta eliminar la amenaza de la frontera.
"ESCUDO DEL ÉUFRATES"
El Gobierno turco puso en marcha la semana pasada la operación 'Escudo del Éufrates' para alejar de su frontera a las Unidades de Protección Popular (YPG), a las que vincula con el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que considera una organización terrorista.
Las YPG son el brazo armado del principal partido kurdo de Siria y forman parte de las FDS, una alianza rebelde apoyada por la coalición internacional que lidera Estados Unidos y que ha resultado ser clave en la lucha contra el Estado Islámico.
Las Fuerzas Armadas turcas han lanzado estos días al menos 60 ataques aéreos y de artillería contra las tropas kurdas en el norte de Siria en los que han muerto unas 60 personas, incluidos 35 civiles, de acuerdo con el balance facilitado por las ONG.
El secretario de Defensa de Estados Unidos, Ashton Carter, había urgido a Turquía a centrarse en la lucha contra el Estado Islámico y dejar de atacar a las fuerzas kurdas, a las que la Casa Blanca ha apoyado como parte de su campaña contra la organización terrorista en Siria.
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