ANKARA, 7 Jun. (Reuters/EP) -
El Parlamento de Turquía ha aprobado un proyecto de ley para permitir el despliegue de tropas en una base militar turca en Qatar, una decisión que llega en un momento en el que varios países del Golfo han decidido romper relaciones diplomáticas con las autoridades de Doha.
Bahréin, Egipto, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos han anunciado esta semana que rompen relaciones con Qatar y que cierran sus espacios aéreos a los vuelos comerciales qataríes, con el argumento de que el país está apoyando el terrorismo, una acusación que el Ejecutivo de Doha rechaza.
El proyecto de ley aprobado por el Parlamento turco, presentado antes de la crisis del Golfo, ha salido adelante con 240 votos a favor, gracias al apoyo del gubernamental Partido de la Justicia y el Desarrollo (AKP) y el opositor MHP.
Turquía creó una base militar en Qatar, en su primer movimiento de este tipo en Oriente Próximo, como parte de un acuerdo firmado en 2014. En 2016, el entonces primer ministro, Ahmet Davutoglu, visitó las instalaciones militares, que cuentan con 150 efectivos.
El trámite legislativo tiene como objetivo evidenciar el apoyo de Turquía a Qatar y prevenir una posible invasión militar de sus vecinos regionales.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, se ha ofrecido a mediar entre Qatar y los demás países árabes del Golfo. Doha ya ha recurrido a Ankara para conseguir comida y agua, después de dos días de bloqueo por tierra, mar y aire a Qatar por parte de Arabia Saudí y sus aliados.
Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Bahréin, Egipto y Yemen anunciaron el lunes la ruptura de sus relaciones diplomáticas con Qatar y su expulsión de la coalición regional que lucha contra los rebeldes huthis en Yemen como represalia por su apoyo a Hermanos Musulmanes y a la agenda iraní.
"Las medidas están injustificadas y se basan en denuncias y acusaciones que, en realidad, no tienen fundamento", ha indicado el Ministerio de Asuntos Exteriores de Qatar. Su titular, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, se ha mostrado dispuesto a "sentarse a hablar" con los demás países del Golfo para zanjar el conflicto.