ANKARA 17 Nov. (Reuters/EP) -
Turquía quiere haber asegurado plenamente sus fronteras en la primera mitad de 2017, ha afirmado este jueves su ministro de Defensa, Fikri Isik, mientras las fuerzas apoyadas por Ankara siguen su campaña para expulsar a Estado Islámico y los combatientes kurdos de una franja del norte de Siria.
Turquía envió tanques, aviones de combate y artillería a Siria el pasado agosto en apoyo de rebeldes árabes y turcomanos en un intento por expulsar a Estado Islámico de una franja de unos 90 kilómetros de territorio en la frontera y evitar que las milicias kurdas sirias ganen terreno. También ha enviado refuerzos militares a la frontera con el norte de Irak, donde el Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK), que lleva tres décadas de insurgencia contra el Estado turco, tiene bases.
"Esperamos que la plena seguridad en nuestras fronteras quede establecida en la primera mitad de 2017", ha afirmado Isik en una presentación en el Parlamento.
Según ha dicho, la siguiente fase de la ofensiva turca en Siria, bautizada 'Escudo del Éufrates', es seguir avanzando hacia el sur y "limpiar" áreas incluida la ciudad de Al Bab de la presencia de Estado Islámico.
Al Bab es de una particular importancia estratégica para Turquía, debido a que las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), de las que las milicias kurdas son una parte fundamental, también han lanzado una ofensiva para tomarla. Ankara está decidida a evitar que las fuerzas kurdas unan los cantones que controlan en el norte de Siria por temor a que fomenten el separatismo kurdo en Turquía.
Las fuerzas dirigidas por los kurdos en el norte de Siria han contado con el respaldo de Estados Unidos en su lucha contra Estado Islámico, pero Ankara considera a las milicias kurdas sirias, las YPG, como un grupo hostil vinculado al PKK.
El presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, dijo el miércoles que los rebeldes apoyados por Ankara están a 2 kilómetros de Al Bab, pero un portavoz militar estadounidense aclaró que la coalición no está dando apoyo a esta operación.
En otro orden de cosas, Isik ha señalado que más de 20.000 personas han sido expulsadas de las Fuerzas Armadas y sus academias tras el golpe de Estado fallido del 15 de julio, incluidos 16.423 estudiantes y 3.665 efectivos del personal militar.
Así las cosas, Fikri ha confirmado que las Fuerzas Armadas reclutarán a más de 30.000 nuevos efectivos, algunos de ellos estudiantes, en los próximos cuatro años, para recuperar sus filas.