BRUSELAS 6 May. (EUROPA PRESS) -
Turquía se ha sumado este miércoles al Mecanismo de Protección Civil de la Unión Europea, que coordina los medios y equipos de los Estados miembro para responder a emergencias y desastres naturales.
El comisario de Ayuda Humanitaria, Christos Stylianides, y el presidente de la Autoridad de Gestión de Desastres y Emergencias turco, Fuat Oktay, han firmado este miércoles un acuerdo bilateral para cooperar en la gestión y respuesta a crisis y emergencias a través del Mecanismo de Protección Civil europeo.
"En un mundo cada vez más proclive a los desastres, necesitamos actuar juntos, cada uno contribuyendo sus conocimientos, capacidades y experiencia. De esto va el Mecanismo de Protección Civil" europeo, ha defendido el comisario, que ha asegurado que "Turquía será un socio valioso en nuestro objetivo común de prepararnos mejor para los desastres y responder de forma conjunta y eficaz cuando una crisis ocurre".
En virtud del acuerdo, Ankara podrá participar en ejercicios de protección y entrenamiento conjuntos y en proyectos de prevención y preparación frente a desastres, además de en operaciones de respuesta a emergencias coordinadas a nivel europeo y garantizará en este sentido la comunicación directa entre las autoridades de protección civil europeas y turcas durante situaciones de emergencia.
La UE cofinancia con los países las operaciones de transporte de ayuda y equipos a los escenarios afectados por catástrofes y desastres cuando se canalizan a través del Mecanismo de Protección Civil europeo, que fue creado en 2001.
Además de los Estados miembro de la UE, también participan en el mecanismo Islandia, Noruega, Montenegro, la Antigua República Yugoslava de Macedonia y Serbia.
El Mecanismo de Protección Civil ha reaccionado ante más de un centenar de catástrofes en todo el mundo desde 2001, entre las que figuran el huracán Katrina en los Estados Unidos (2005), el terremoto en Haití (2010), el terremoto/tsunami en Japón (2011) y la crisis siria (2012-2013), el supertifón 'Yolanda' en Filipinas (2013) y ahora en el caso de Nepal tras el seísmo del pasado 25 de abril.